El 'Pat Riley' de Costa Rica

A sus 11 años, Alexandre Guimaraes sólo le hizo una pregunta a su padre cuando éste le anunció que la familia se trasladaba de Brasil a Costa Rica: '¿Hay fútbol allí?'. Su progenitor, médico, había sido enviado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) al país centroamericano para vacunar a la gente contra la malaria. Y sí, había fútbol allí, pero también mucho baloncesto. 'Empecé a jugar a baloncesto para integrarme en el colegio. Luego, fui dos años profesional', explica por teléfono, desde Seúl, el seleccionador de Costa Rica; 'lo compaginé unos años con el fútbol. La noche del sábado, baloncesto; el domingo por la mañana, fútbol'. Así hasta que tuvo que decidirse. Y optó por su gran pasión: el fútbol.

Pero Guimaraes, de 42 años, nunca se desligó de la canasta. 'Me ha influido más Pat Riley o Phil Jackson que cualquier técnico de fútbol: la tendencia a manejar los tiempos del partido, a cambiar de estrategia y de jugadores ...'.

Guimaraes es natural de Maceio, en Brasil, el pueblo del legendario Zagallo. Y, a pesar de sus 31 años en Costa Rica, todavía conserva un ligero acento brasileño. Sin embargo, se siente más costarricense que brasileño: 'He echado mis raíces'. E incluso fue internacional de la tricolor: disputó el Mundial de Italia 90, precisamente en los octavos de final, ante Brasil. El círculo se cierra. Hoy vuelve a enfrentarse a sus orígenes: 'Hace 12 años dependíamos del portero, Conejo, que tocaba más el balón que el resto de los jugadores. Hoy tenemos un buen contraataque'.

El fútbol de Costa Rica, un país de menos de cuatro millones de habitantes, es un puro regocijo. 'Tanto Brasil como nosotros basamos nuestro juego en la posesión del balón. Hemos instado a los jugadores a atreverse a más. Y ellos tienen una enorme convicción hacia nuestra propuesta. Hemos roto muchas barreras mentales y hemos extendido la máxima del sí se puede', explica.

¿Hay vida más allá de Wanchope? 'Está jugando de forma muy inteligente. Por las condiciones en las que ha llegado , ha sido muy valiente', dice Guimaraes. ¿Y otros talentos? 'Gilberto Martínez, de 22 años, del Brescia, un defensa atípico, bajito. O el delantero Winston Parks, de 20, del Udinese, que es interesantísimo', concluye.