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113 detenidos por los incidentes de Moscú

El primer ministro, Kasiánov, dice que los disturbios fueron 'planeados' y duda de que se pueda aspirar a la Eurocopa 2008

Pilar Bonet

Las fuerzas del orden público de Moscú fueron incapaces de prevenir o controlar a la masa de vándalos enfurecidos, 113 de los cuales fueron detenidos, que el domingo por la tarde, durante más de una hora y media, arrasaron todo cuanto encontraron a su paso y sembraron el terror en el centro de esta urbe de nueve millones de habitantes. Las consecuencias que las autoridades municipales y policiales sacaban ayer de los desórdenes no estaban a la altura del shock sufrido por los moscovitas ni daban satisfacción a las diversas exigencias de responsabilidad que formulaban los legisladores de la Duma (Parlamento) con independencia de su tendencia política. No está claro aún hasta dónde están dispuestos a ir los dirigentes federales en la investigación de los hechos, que, según unos, fueron espontáneos y, según otros, preparados.

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El ministro del Interior, Borís Grylov, no aceptó ayer la dimisión del jefe de la policía de Moscú, el general Vladímir Pronin, que la tarde anterior salió en defensa del comportamiento de los agentes. En cambio, destituyó al vicejefe, Vasili Chemisov, medida presentada por la agencia Itar-Tass como un acto voluntario del responsable directo del orden público durante la transmisión del partido. Los dirigentes del Ministerio del Interior han establecido un plazo de cinco días para realizar una investigación interna.

Desde San Petersburgo, donde se encontraba, el primer ministro ruso, Mijaíl Kasiánov, puso ayer en duda que Rusia pueda aspirar a celebrar la Eurocopa en 2008. En su opinión, los disturbios de Moscú responden a 'una acción planeada de antemano'.

Tras el paso de los vándalos por el centro de Moscú, las autoridades municipales se apresuraron a borrar sus huellas. Ya en la noche del domingo fueron retirados los coches destrozados, una cincuentena. Y el mismo domingo los almacenes asaltados comenzaron a colocar lunas nuevas en los escaparates y se reemplazaron los cristales de la planta baja de la Duma. Este edificio, la Casa de los Sindicatos y el hotel Moscú fueron algunos de los más afectados por los vándalos, que utilizaron como letrinas los pasos subterráneos. A lo largo de la calle Tverskaia, la principal arteria del centro, podían verse ayer por la mañana escaparates cubiertos con telas o tablas, pendientes de la sustitución de las lunas rotas. Reunidos para analizar la situación, los comerciantes de la zona decidieron demandar a las autoridades municipales por su pasividad durante los disturbios.

El número de víctimas mortales del suceso, oficialmente, sigue siendo el de un joven acuchillado, pero la agencia Interfax, citando fuentes policiales, informaba de la muerte de un agente de los grupos de intervención especial (OMON), de 33 años, como consecuencia de las heridas recibidas. La noticia no ha sido confirmada. De los 75 heridos, 49 habían sido hospitalizados el domingo y de ellos 19 permanecían ayer internados. Los detenidos hasta ayer por la tarde eran 113, algunos menores de edad.

El alcalde de Moscú, Yuri Luzhkov, rompió ayer su silencio e interrumpió sus vacaciones en Chipre. Luzhkov se mostró en contra de la idea de desmontar la pantalla gigante instalada en el centro y afirmó que la ciudad tiene 'fuerzas para no permitir que se repitan de nuevo' los sucesos del domingo. El alcalde opina que resultaba imposible pronosticar los acontecimientos y que éstos fueron 'inesperados'.

Luzhkov defendió la actuación de la policía, pero admitió que su número era insuficiente para 'enfrentarse de lleno a los cabezas rapadas'. El alcalde no dudó en dirigir las responsabilidades hacia los 'jóvenes que profesan ideas inhumanas y radicales' y 'simpatías profacistas'. Recientemente, las autoridades de Moscú tuvieron que reconocer la veracidad de un reportaje publicado en el periódico Moskovski Komsomoletz, según el cual los cabezas rapadas de la capital se entrenaban en una base perteneciente al OMON.

Las propuestas de los políticos a los sucesos del domingo van desde una nueva ley especial contra el vandalismo a la prohibición de venta de alcohol a los menores de 21 años y el consumo público de bebidas alcohólicas. Para hoy está prevista una reunión del comité de la Duma responsable de seguridad. A la reunión está invitado uno de los líderes de los hinchas del Spartak, Nikita Kiselev, que ha acusado a la policía de los desórdenes de la víspera. El domingo por la noche se produjo el ataque a una iglesia presbiteriana coreana, que culminó con la detención de seis cabezas rapadas.

Un grupo de jóvenes se dedica a volcar coches, el domingo, en una calle moscovita.
Un grupo de jóvenes se dedica a volcar coches, el domingo, en una calle moscovita.ASSOCIATED PRESS

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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