Cómo acabar con los guetos
Una AMPA pide el cierre de un instituto de Córdoba como medida de integración
'Este instituto no sirve para nada', dice convencida Manoli Cruz, presidenta de la Asociación de Madres y Padres de Alumnos del instituto de secundaria obligatoria (IESO) Tres Culturas, en Las Moreras, un barrio desfavorecido de Córdoba. 'Por eso queremos que lo cierren'. ¿Cómo se entiende esto? ¿Qué razones hacen que los padres, en vez de pedir más recursos y equipamientos educativos, reclamen la desaparición de su centro y la escolarización de sus hijos en otro lugar? Muchas, según aduce Manoli Cruz.
La primera es una cuestión de número. 'Hay muy pocos niños', indica la presidenta del AMPA. En total, 140 alumnos. Los demás estudian fuera del barrio, o en alguno de los centros fronterizos que ofrecen ciclos formativos y bachillerato. 'Aquí no tenemos, sólo damos de 1º a 4º de ESO', explica Manoli. 'Y todo el que puede se lleva a sus hijos a otro sitio'. El director del instituto Tres Culturas, Francisco Cuadrado, habla de una 'espiral descendente', que deja a los centros en cuadro. 'Y hay que pensar si eso, educativamente, es lógico'. La segunda razón tiene que ver con el concepto de integración. 'Queremos que nuestros hijos conozcan otras formas de vivir, otra gente, otros hábitos y otros modelos', defiende Manoli. 'Tienen derecho a estudiar con chicos de su edad que vivan en otros entornos; eso les enriquece a todos, es educación en valores puesta en práctica'. Francisco Cuadrado cree fundamental 'el contacto entre distintos grupos, porque la comprensión de la realidad social empieza desde que los niños son pequeñitos, y los centros han de representar esta realidad. Tiene que haber inmigrantes, minorías étnicas, población de zonas desfavorecidas; si no, surge xenofobia'.
Partiendo de este principio Manoli Cruz decidió actuar. Se fue a escolarización, se enteró de dónde había plazas libres, dividió a los niños en grupos pequeños, de cinco o seis como máximo ('no se trata de trasladar el problema', matiza) y se ocupó de 'echar las preinscripciones' en varios centros de la ciudad. 'La idea de repartirlos funciona, los chicos van mucho mejor', asegura Manoli.
En la misma línea, el director del Tres Culturas aboga por la permeabilidad, que se mezclen chicos de diversas procedencias en el mismo instituto. 'Lo que define el gueto es que nadie quiere entrar en él. Y hay que superar los prejuicios que estigmatizan a un barrio injustamente; para eso está la educación, entre otras cosas. Hay que integrar, no segregar', afirma Francisco Cuadrado.
Araceli Carrillo, delegada de Educación de Córdoba, habla así del futuro del Tres Culturas: 'Se cerrará cuando no haya matrículas'. Parece que no tardará mucho. 'Nuestros hijos tienen derecho a estudiar, y el barrio, a resurgir de sus cenizas', concluye Manoli. Francisco Cuadrado apunta que ésta es una oportunidad histórica para la integración del barrio, ahora que el crecimiento de la ciudad lo ha absorbido. 'No se puede quedar como un islote', opina.
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