Los regantes del Almanzora calculan que la sequía provocará pérdidas en más de 4.000 hectáreas

El pantano de Cuevas de Almanzora está técnicamente muerto. Le quedan poco más de tres hectómetros cúbicos, menos del 2% de los 168 hectómetros cúbicos que caben en el embalse. Los agricultores de la zona del Levante almeriense están convencidos de que tendrán que afrontar un verano angustioso. La situación es tan crítica que los regantes del Almanzora estiman que se perderán 4.000 de las 5.000 hectáreas de cultivo de la zona. La Comisión del Trasvase Tajo-Segura acaba de aprobar un aporte de 2,4 hectómetros cúbicos para regadíos. Pero esa cantidad es insuficiente.

Los agricultores de la zona del Levante almeriense están acostumbrados a lidiar con la falta de agua. Éste no es el primer año de sequía, pero sí es uno de los más críticos. Los regantes no tienen agua para salvar la campaña agrícola entre julio y septiembre.

El pantano de Cuevas del Almanzora ostenta el triste récord de ser el embalse más seco de España. En estos momentos, está por debajo del 2% de su capacidad de embalse, apenas tres hectómetros cúbicos entre agua y lodo. Es la primera vez que registra esta situación.

La Comisión del trasvase Tajo-Segura aprobó un envío de 4,9 hectómetros cúbicos. De esa cantidad, 2,5 hectómetros se destinará a abastecimiento humano y los 2,4 restantes serán para regadío. La aportación es, para los regantes de la zona, claramente insuficiente. El presidente de la Comunidad de Regantes de Cuevas del Almanzora, Gonzalo Rojas, considera que, para que el regadío en la zona hubiera estado asegurado hasta finales de septiembre, habrían necesitado un aporte de entre 8 y 10 hectómetros cúbicos.

'La situación por la que estamos atravesando nos afectará de modo especial a partir de finales de junio. Entre los meses de julio y septiembre es cuando tenemos los cultivos de tomate, calabacín, pepino, lechuga y otros. Y no tenemos agua para esos cultivos. Eso supondrá que, de las 5.000 hectáreas que hay en la zona, sólo se podrán cultivar unas 1.000', explicó el presidente de la Comunidad de Regantes de Cuevas del Almanzora, de la que forman parte más de 1.800 agricultores.

Los regantes han intentado hacer todo lo posible por sacar el máximo provecho al pantano. Primero recurrieron a un buzo para exprimir las reservas, después abandonaron esa alternativa y comenzaron a abrir pozas con una excavadora para intentar bombear los últimos metros cúbicos de agua que aún tiene el embalse.

Pero hasta este último recurso se agota. 'Ahora ya sólo queda una pequeña charca. Hay una bomba que trata de sacar agua de una poza en esa zona del pantano, pero eso no va a durar más de quince o veinte días', explicó Gonzalo Rojas.

Abastecimiento urbano

La situación en la que se encuentra la zona también preocupa al alcalde de Cuevas del Almanzora, Jesús Caicedo. 'El pantano es un cadáver. Llevamos ya unos tres años sin agua, pero ahora la situación es de emergencia. Sé que se están llevando a cabo negociaciones para intentar solucionar esto. Espero, y exijo como alcalde, que esas negociaciones tengan éxito'.

Jesús Caicedo, como los regantes de la zona, saben que hay alternativas a corto y medio plazo, como son el trasvase del Negratín, la desaladora de Carboneras y la de Cuevas del Almanzora. Pero en estos momentos necesitan aportaciones urgentes de agua.

La sociedad Aguas de la Cuenca del Sur (Acusur) tiene previsto enviar un aporte de agua urgente a la empresa que gestiona los recursos hídricos urbanos de la veintena de municipios que integran la comarca del Almanzora. Estos recursos y los 2,5 hectómetros del Tajo-Segura serán suficientes para garantizar el abastecimiento de agua a la población en el Levante almeriense, una zona que en verano suele duplicar su población y alcanzar los 150.000 habitantes.

Para tratar de paliar el déficit de agua de la zona, Acusur intentará también que la desalinizadora de Carboneras (municipio costero del Levante almeriense) pueda estar en marcha antes de lo previsto y poder, así, enviar agua a principios de julio.