El 'mundial' de Marta

'Defensa central, contundente, va muy bien de cabeza, tiene buena salida con el balón...'. Las cualidades de un futbolista prometedor. Sólo que se trata de una chica que compite con chicos, en alevines, en las filas del Espanyol, como uno/a más. Algunas niñas como ella, como Marta Torrejón, se atreven a jugar en equipos mixtos. Es un decir. Una, dos niñas... pocos clubes cuentan con más. Y ninguno de ellos está en la élite.

El Espanyol es la excepción. 'Me dijeron que la probara', cuenta Albert Villarroya, entrenador del equipo barcelonés. 'Lo hizo bien y al tercer partido ya era titular'. Este fin de semana, mientras España prosigue su camino en el Mundial, Marta compite con su equipo en el Campeonato de España de Fútbol 7 que se disputa en Brunete (Madrid) y en el que saltaron a la fama jugadores como Fernando Torres, del Atlético, o Andrés Iniesta, del Barça.

En un deporte acotado por los hombres, las niñas ni siquiera podían competir con los niños hasta hace sólo seis años. Maria Teresa Andreu, presidenta del comité técnico de la federación catalana, recuerda los prejuicios y el artículo que lo impedía: 'No se autorizará la alineación de jugadores de diferente sexo en el mismo equipo'. Alguna niña lo intentó, pero los equipos rivales lo tenían fácil: impugnaban el partido y les daban como ganadores por 'alineación indebida'.

Marta, de 12 años, empezó a jugar hace cinco en su colegio, los salesianos de Mataró (Barcelona). El Espanyol, con el que también juega su hermano Marc, de 16 años, la incorporó a su equipo alevín. 'Yo había jugado de medio centro, después de interior derecho, aunque también juego con la izquierda', explica Marta, que ya mide 1,75 y que ahora actúa de defensa central. Admira a De Lucas, Puyol y Luis Enrique. 'Nunca habíamos tenido una chica en el equipo', explica su entrenador Albert Villarroya. 'Pero después de un corto tiempo de adaptación, es una más. Cuando tiene que poner el pie, lo pone. Y si tiene que hacer una falta, la hace'. Sólo un problema menor, el de los vestuarios. Marta se cambia en uno aparte. Su gran suerte es que milita en el Espanyol, un club que tiene equipos femeninos en categoría senior, uno de los pocos en un país en el que hay 11.000 licencias femeninas. Nada frente a los siete millones de Estados Unidos. Pero cuando Marta cumpla los 15 años, edad límite en la que compiten equipos mixtos, no tendrá que cambiar de club o dejar el fútbol como se ven empujadas a hacer otras muchas niñas.