El trío de Trapattoni

Italia está eufórica porque ganó 2-0 a Ecuador, porque Totti enamoró a unos cuantos millones de personas, porque Vieri marcó dos goles y porque por delante, el mayor obstáculo hacia los octavos de final, sólo tiene a una Croacia triste y vieja.

Italia está tan eufórica que ya nadie se acuerda de los lamentos de Montella ni tampoco de la melancolía de Del Piero, el chico que siempre se diluye cuando se viste de azzurro.

Italia está tan eufórica que el tetrasilábico Trapattoni, el técnico feliz que cuenta a los periodistas chistes de franciscanos sisantes, quiere dar alegrías a su pueblo y anuncia un cambio en su mecánica. Del 4-4-1-1 vincente y convincente ante Ecuador pasará al 4-3-1-2. Adelante con los faroles. Fuera Doni, la sorpresa de la inauguración, el hombre que iba a disparar al temible De la Cruz. Dentro Inzaghi, Pippo, el amigo de Vieri, Bobo, para jugar por delante de Totti, Francesco. Se acabó la pareja. Llegó el trío, un trío bisilábico: Pippo, Bobo, Totti. 'El módulo con un trescuartista que ya usamos en la clasificación', precisa Trappatoni.

Según la traducción del ideograma de su apellido, que le regaló el alcalde de Sendai, Trapattoni significa 'domador de tigres con el sable', pero el técnico que más alegre se siente en Japón prefiere otros animales. 'Voy a meter una pulga en medio de la defensa croata', ha anunciado y ha señalado a Pippo. 'Como Totti es tan bueno y da tantos pases de gol, mejor le aprovecharemos jugando con dos por delante. Y como Totti lo entiende todo, no le importa nada retrasarse un poco'.

A nadie le importa nada y así Pippo es feliz. Inzaghi, precisamente, no las tenía todas consigo llegado a Japón. En otoño se operó de una rotura del ligamento colateral de la rodilla izquierda, reapareció en la primavera y hace un par de semanas volvió a dolerle. Pero el goleador que se fue de la compañía de Del Piero en el Juventus para marcar con el Milan 10 goles en 18 partidos volverá a jugar.

Y al lado de Vieri. Tan amigo es del ex atlético, y tanto le quiere, que ya le promete goles. 'Los penaltis los tirará Bobo', dice, 'porque aspira a ser el máximo goleador del Mundial y lo merece. Si me encuentro solo delante de una portería vacía, también le pasaré la pelota a Vieri. Que marque él'.

Eso le quieren hacer a los croatas, que no se parecen mucho a la selección que acabó tercera en Francia 98. Ya lo dice Boban, vieja gloria y ahora comentarista en la televisión: 'Somos tan poca cosa que Italia nos puede golear jugando incluso el 30% de lo que jugó contra Ecuador'.