_
_
_
_
Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

¿Dónde está la pintura?

El desbordamiento de los nuevos géneros artísticos surgidos del collage y de la hibridación han invadido los escenarios del arte, pero no es 'instalación' todo lo que se ve, es más, muchas de las exposiciones que se presentan en la actualidad como novedad son fundamentalmente pictóricas, aunque las apariencias engañen. Dos muestras madrileñas, muy próximas, nos podrían ilustrar sobre alguno de los paradójicos cambios en el trabajo de los artistas y en la mirada de los espectadores.

La pintora Helena Almeida (Lisboa, 1934), durante una búsqueda de la esencia de lo pictórico realizada en los años setenta, identificó la obra con el autor, el objeto cuadro con el sujeto que lo pinta, de esta manera el cuerpo de la artista se transformó en obra de arte, en soporte de su pintura. Investigando tanto en la pintura como con su cuerpo llegó a la fotografía, medio plástico del que se sirve desde hace más de treinta años. Las imágenes fotográficas que ahora presenta no deben ser entendidas como la obra de un fotógrafo que se autorretrata, sino como elaboraciones pictóricas de la imagen del cuerpo de la autora.

HELENA ALMEIDA

Galería Helga de Alvear Doctor Fourquet, 12. Madrid Hasta el 30 de junio

CHRISTIAN SERY

Galería Salvador Díaz Sánchez Bustillo, 7. Madrid Hasta el 27 de julio

En estas obras de Almeida la imagen ha cobrado autonomía, mostrándose sobria, en blanco y negro, sin manipular (apenas una pincelada de color). No es por tanto el medio quien define o determina qué es la obra, sino la voluntad y la actitud de la artista. Desde que Marcel Duchamp presentó, en 1917, un urinario manufacturado en serie como una fuente escultórica, infinidad de objetos, imágenes y acciones, se han presentado como pinturas o como esculturas. Esto quiere decir que aquello que se ofrece al juicio del espectador debe ser observado e interpretado no como lo que aparenta, sino según la categorización bajo la que se presenta. Surge aquí la pregunta ¿cómo se deben mirar estas fotografías en blanco y negro?

Una pista nos la ofrece una serie de 14 fotografías aquí expuesta. En ella se ve cómo los pies de la artista recorren unos pasos arrastrando pigmento por el suelo hasta formar con él un círculo. La acción de un pintor extendiendo pigmento por una superficie se llama 'pintar', en consecuencia lo que nuestros ojos ven es el acto de la pintura. Las fotografías no son aquí el documento gráfico de un artista pintando, sino la obra pictórica en sí.

En la otra exposición, el pintor austriaco Christian Sery (Linz, 1959) presenta el proyecto de cubrir un muro, donde se hallan instalados unos urinarios, con una segunda pared de pintura que los secciona. La exposición se completa mostrando el resultado de esa acción. Sirviéndose de unas emulsiones gomosas que aplica como pintura, Sery cubre superficies y transforma espacios, aplicando capa sobre capa hasta que la pintura cobra auténtico cuerpo sólido. Después arranca esas segundas pieles de las paredes y las exhibe en la galería. Aquí lo que contemplamos es la pintura en toda su fisicidad, sin bastidor ni marco, tal como se aplicó en el lugar de la acción pictórica. Sin embargo, una vez más, las apariencias engañan ya que el espectador percibe los grandes muros y las inmensas columnas de gomosa pintura como objetos tridimensionales que más se asimilan a lo escultórico o a la 'instalación' espacial que a aquella superficie coloreada con imágenes, bidimensional y plana, con la que se caracterizaba la pintura desde el clasicismo hasta Clement Greenberg.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_