Garzón aplaza las declaraciones y el careo de Ybarra y González

El juez Baltasar Garzón, instructor del caso BBV, aplazó ayer de nuevo las declaraciones de Emilio Ybarra y Francisco González, ex presidente y presidente del BBVA, respectivamente, así como el careo entre ambos si fuera necesario celebrarlo por haber contradicciones en sus manifestaciones.

Ybarra declarará como imputado el próximo día 18 y Francisco González, como testigo y por segunda vez, el martes 24. Ambas declaraciones se celebrarán por la mañana, y para el caso de que sea necesario un careo, el juez ha previsto celebrarlo el mismo día 24 por la tarde.

El calendario se completa con la declaración de Pedro Luis Uriarte, ex consejero delegado del BBVA, que tendrá lugar esta misma mañana.

Íñigo Sagarduy, responsable de Canal Trust en 1997, cuando se elaboró el Manual de Productos Fiduciarios, comparecerá como testigo el próximo día 20, y en esa misma fecha también declarará, pero en calidad de imputado, el presidente de la Comisión de Control del banco, Ricardo Muguruza.

Molinuevo, como Bastida

Ayer declaró Rodolfo Molinuevo, que era consejero y subdirector financiero del BBV, a las órdenes del también consejero Luis Bastida.

Su declaración, según fuentes que estuvieron presentes en la misma, fue un calco de la realizada por Bastida la semana pasada. Así aseguró que todo lo que hizo fue siguiendo órdenes de Ybarra o de Bastida, que en ocasiones le transmitía las instrucciones del primero.

Aseguró que en ningún momento hubo perjuicio para el accionista porque no se repartió un menor dividendo, ni las operaciones del exterior afectaron al canje de acciones con Argentaria. También afirmó que nunca salieron fondos de la contabilidad oficial a la extraoficial, puesto que los fondos en Jersey llevaban allí desde la etapa de la autocartera del Vizcaya, y luego, simplemente fueron trasladados y dieron rendimientos.

Afirmó que de las cuentas de la Fundación Amelán sólo hubo tres salidas de fondos: una para cubrir las pérdidas de tesorería producto de la especulación con divisas, otra para los fondos de pensiones de los consejeros procedentes de BBV en American Life Co (Alico) y una tercera para los pagos en Venezuela. Con los dos primeros no vio problemas porque el destinatario era el banco o consejeros del banco, pero en el caso de los pagos a Venezuela no le pareció claro porque no fueron informados de quien era el destinatario y, según precisó, aún sigue sin saberlo. Para esos pagos, dijo, se creó el Trust 541.