Los 'mucamos' piden asilo en España
Dos ex empleados de Menem huyen de Argentina al sentirse perseguidos
Huyeron de Ucrania a Argentina en 1998 en busca de una vida mejor, pero hoy, apenas cuatro años después, se encuentran recluidos en la sala de solicitantes de asilo del aeropuerto de Barajas, donde llegaron el pasado 28 de mayo. Entre esos dos momentos, Oleksandr Furman y su mujer, Nataliya Podkoritova, fueron los mucamos (empleados domésticos) del ex presidente argentino Carlos Menem en La Rosadita, la residencia que se construyó en Anillaco (provincia de La Rioja) al final de su mandato. Ambos revelaron datos importantes sobre el supuesto patrimonio no declarado del ex presidente en el proceso sobre tráfico de armas y enriquecimiento ilícito seguido el pasado año contra él, del que fue finalmente absuelto. Aseguran que desde entonces han sido continuamente acosados y perseguidos.
'Zulemita nos acusó de robarle papeles importantes y nos amenazó con mandarnos a la cárcel'
Sus problemas comenzaron con el sonado matrimonio de Menem con la presentadora y antigua Miss Universo chilena Cecilia Bolocco (de 36 años, 34 menos que él). Los ucranios pasaron entonces a formar parte del servicio de Zulemita, la hija de Menem y su primera esposa, Zulema Yoma.
Por aquellos días, Oleksandr y Nataliya meditaban la posibilidad de buscar trabajo en EE UU, y así se lo hicieron saber a sus empleadoras. 'Mi señora habló de ello con Zulema y Zulemita', explica el ucranio, 'pero ellas no estaban de acuerdo con nuestros planes y se enojaron', asegura. Días después su domicilio de Buenos Aires fue objeto de un extraño robo en el que sólo desapareció un televisor y sus dos pasaportes y del que los ucranios acusan ahora a 'gente de Zulemita'.
'El 5 de noviembre, aconsejados por nuestro abogado, le enviamos un telegrama de renuncia', continúa Oleksandr. La respuesta de Zulemita no tardó en llegar. 'Nos amenazó por teléfono diciendo que nos mandaría a la cárcel y que nunca volveríamos a Ucrania. Nos acusó de robarle papeles importantes', asegura el ucranio.
Muertos de miedo, comentaron el suceso a su abogado y éste les puso en contacto con dos diputadas de la coalición ARI (de centro-izquierda) que les condujeron frente al fiscal Carlos Stornelli y el juez Jorge Urso, instructor de la causa contra Menem.
Oleksandr y Nataliya respondieron a sus preguntas durante seis horas. Desvelaron que personas cercanas a Menem les habían contado que el ex presidente era el verdadero propietario de tres inmuebles en la provincia de La Rioja cuya titularidad figuraba a nombre de supuestos testaferros. También aportaron algunos inventarios de almacenes que en teoría no pertenecían al ex presidente o a su familia pero que curiosamente Zulemita les había obligado a realizar. 'Nosotros no sabíamos que lo que contamos al juez tenía tanta importancia', recuerda Oleksandr.
El juez ordenó su protección policial considerando que corrían peligro. Hasta el pasado mes de enero, tres agentes de la policía armados hicieron guardia de forma permanente a la puerta de su domicilio de Buenos Aires.
Los ucranios no contaron en ningún momento con la ayuda de su país. 'En la embajada no nos quisieron renovar los pasaportes que nos robaron', señala Oleksandr. 'Nos dijeron que desacreditábamos a nuestro país con nuestras declaraciones a los medios de comunicación', añade el ucranio, que asegura que no son bien acogidos en Ucrania por su origen ruso. Sólo tras un largo periplo burocrático consiguieron sendos pasaportes argentinos especiales para extranjeros y decidieron venir a España por la comodidad del idioma.
El Ministerio del Interior denegó ayer su solicitud de asilo y les comunicó que serían devueltos a Argentina en la noche de ayer. Pero su abogada de oficio, Carmen Pérez, logró detener el procedimiento a última hora recurriendo su caso ante la Audiencia Nacional.
Mientras, esperan pacientes en el aeropuerto, pero aseguran que se resistirán con todas sus fuerzas si el Gobierno intenta repatriarlos.
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