'La agencia europea para financiar la ciencia básica debe ser independiente'

Secretario general de la Fundación Europea de la Ciencia (ESF) desde 1998, el geofísico español Enric Banda es testigo obligado y privilegiado de los esfuerzos para coordinar la investigación y el desarrollo en la Unión Europea. Su visión es la de alguien que no espera milagros, pero que cree firmemente que es el momento de empezar a tomar decisiones para alcanzar el ansiado Espacio Europeo de Investigación (EEI). Banda asistió recientemente en Bonn a la presentación del proyecto europeo para una fuente de neutrones.

Pregunta. ¿Qué tal va el Espacio Europeo de Investigación?

Respuesta. El comisario Busquin vio al llegar al cargo que era el momento de relanzar una idea que tiene bastantes años y tuvo la suerte de que las circunstancias le permitieran situarla durante la cumbre de Lisboa en la agenda política de la Unión Europea. Hay que darle todo el crédito. Dicho esto, hay que hacer notar que el Espacio Europeo de Investigación no sucederá si los Gobiernos no quieren, y por ahora no hay ni un plan estratégico ni un calendario en los Gobiernos nacionales para la construcción de ese espacio. Con lo cual el VI Programa Marco [que se aprueba este año], que representa el 5% del gasto total de I+D en Europa, puede servir de palanca, pero no se puede esperar que sea la solución de todo. Yo he dicho aquí [en Bonn] por ejemplo que, en cuanto a infraestructuras, no hay un mecanismo de decisión a nivel europeo, y es que los Gobiernos negaron a la Comisión la posibilidad de participar en las infraestructuras a nivel europeo.

'Creo que el Espacio Europeo de Investigación está todavía muy verde'

'Las prioridades del VI Programa Marco se han acordado de forma misteriosa'

P. ¿Los Gobiernos echaron para atrás entonces la primera iniciativa concreta del EEI?

R. Sí. Aunque la decisión quizás fue correcta, lo fue por razones equivocadas, por no verse interferidos en el proceso de decisión. Creo que eso fue un primer palo que demostró que el EEI está todavía muy verde. Respecto al nuevo Programa Marco, Busquin ha lanzado la idea de los proyectos integrados y los centros de excelencia con ánimo de continuidad, lo que contribuiría a la coordinación europea, pero mi propia impresión es que la comunidad científica, que está deseosa de fondos, se aliará para conseguir la mayor cantidad posible, pero no se conseguirá el objetivo político de permanente integración europea.

P. Pero la selección por excelencia más que por situación geográfica puede plantear problemas.

R. De lo que se trata es de identificar a los mejores, estén en el país que estén, y en casi todas las áreas se encuentran buenos grupos en prácticamente todos los países. El objetivo es que se coordinen mejor.

P. Se ha lanzado recientemente con fuerza la idea de una agencia europea de financiación de I+D, el European Research Council. ¿Qué haría?

R. Ahora que se entiende mejor que la investigación básica, aunque está ligada a la tecnología, el desarrollo y a la innovación, tiene su propio rumbo, creo que el European Research Council tendría que financiar la investigación básica, la que se hace para entender algún fenómeno, sin prioridades. Y dejar que la Comisión empleara los fondos del Programa Marco para soporte de las políticas europeas. Por cierto, que la Comisión tendría que disponer de más dinero, especialmente para innovación, que ahora se entiende equivocadamente como dinero que va a las empresas. Una cosa es todo lo ligado a la D [de desarrollo] y otra es la investigación.

P. ¿Cómo se financiaría esta nueva agencia?

R. Unos creen que debería ser dinero de la Unión Europea; otros, muy pocos, creen que debe ser dinero sólo de los países, y otros, como yo mismo, creen que debe ser una cosa conjunta para comprometer a las agencias nacionales, además de a la UE.

P. ¿Qué tipo de organismo sería?

R. Tendría que ser una agencia totalmente independiente, como lo son la mayoría de las agencias de este tipo en Europa; como también lo es la Fundación Europea de la Ciencia, que es un organismo privado. Hay que salir de la pesadez de la estructura funcionarial europea para pasar a un funcionamiento más ágil.

P. ¿Quién lo crearía?

R. Tendría que ser un acuerdo entre la UE y los Gobiernos, que serían finalmente los financiadores. Es el modelo del sincrotrón europeo [Grenoble], por ejemplo, o el nuestro, que tenemos toda la agilidad y la libertad del sector privado. Yo creo que eso es mucho más moderno y que puede durar mucho más, en vez de pensar en crear otra agencia, con toda la burocracia que supone. Si Europa decide hacer un Research Council creando otra agencia ligada a la UE, creo que cometeremos un error mayúsculo.

P. ¿Qué tipo de relación tendría con la Fundación Europea de la Ciencia?

R. Todavía no lo hemos discutido, estamos con los pros y los contras y tendremos una postura a fin de año, pero creo que la ESF tiene todos los números para tomar un papel muy relevante. Puede ser la propia fundación; naturalmente, ahora es muy pequeña y no podría con las tareas de una agencia de financiación, pero sería construir sobre algo que ya existe, cuyos propietarios son precisamente las agencias europeas de este tipo. Para mí tiene una serie de ventajas; yo no lo veré desde allí porque me queda un año y medio de mandato, pero lucharé por conseguirlo.

P. ¿Estaría dispuesta la UE a ceder esa parcela?

R. Casi todo el mundo en la base está de acuerdo en que eso es lo que hay que hacer. Si se convence a los políticos, que desean normalmente ser reelegidos, creo que se puede hacer.

P. El objetivo europeo es convertirse en la sociedad más potente del mundo basada en el conocimiento. ¿Qué opinión le merece el próximo programa marco?

R. En principio está razonablemente bien distribuido. Incluso hay una partida pequeña para apoyar las iniciativas de mayor coordinación de los programas nacionales, lo que es una señal política importante. Pero, claro, la mayor parte del dinero se va a las siete prioridades marcadas, que en mi opinión se han acordado de una manera un poco misteriosa, aunque también pasa lo mismo en los países. Las prioridades al fin y al cabo reflejan los intereses económicos. El conocimiento se utiliza siempre para mejorar lo que ya estás haciendo, lo que ya tienes.

P. ¿Y el objetivo de invertir el 3% en I+D en 2010?

R. Yo soy un poco escéptico porque no existe de momento ningún acuerdo, como se hizo con el euro o en otros temas, para equilibrar la aportación de cada país. ¿Por qué no se podría fijar que ningún país de la UE gastara menos del 2% en investigación? Y no se puede olvidar que dos tercios de este porcentaje tendrían que venir del sector privado. Estoy de acuerdo por lo que significa de señal política, pero parte de políticos que ya no estarán en el futuro.

P. ¿Y la situación en España?

R. Tengo que decir que siento mucho que la comunidad científica española esté sufriendo los problemas de gestión que hay en un sistema que parecía que tenía calidad y credibilidad. Los problemas están perturbando en gran medida la actividad y hay que urgir al Gobierno a que haga lo que sea necesario para resolverlos.