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La cárcel de Lleida prohíbe la lectura de prensa a los reclusos

La dirección del centro penitenciario Ponent de Lleida ha prohibido por razones de seguridad que los internos tengan acceso a la prensa. Esta medida, dictada con carácter excepcional, tiene como finalidad evitar el posible efecto mimético entre la población reclusa tras el motín realizado la semana pasada por más de un centenar de presos en la cárcel barcelonesa de Quatre Camins.

La prisión leridana fue concebida para albergar en condiciones óptimas a 700 internos, pero la cifra siempre oscila entre 900 y 1.000. Actualmente hay en ella 950 internos y tiene fama de ser muy conflictiva por acoger a los más peligrosos de Cataluña. Precisamente al día siguiente de la revuelta de Quatre Camins, el Departamento de Justicia trasladó al centro de Ponent a una veintena de amotinados, entre los que se encontraban los principales cabecillas.

Para evitar que los internos estén al corriente de los conflictos registrados en otras prisiones o del traslado de los rebeldes, los responsables del penal leridano les han prohibido leer la prensa local. Un portavoz del Departamento de Justicia dijo ayer que la medida responde a una situación especial. 'Lo que no hará el Departamento de Justicia es comentar cada medida de orden interno que tome la dirección de un centro', añadió.

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