_
_
_
_

Aumenta la malaria en los países europeos

Cada año se declaran unos 12.000 casos de paludismo, pero se calcula que la cifra real es el doble

La malaria es una patología emergente por importación, tanto en España como en el resto de Europa. Cada año se declaran oficialmente en Europa 12.000 casos nuevos, pero se estima que la cifra real puede llegar a ser del doble. En España, el número de casos declarados en 1995 suponía un incremento del 160% sobre 1985. Y la tendencia a incrementarse continúa. Madrid y Barcelona son las ciudades que arrojan la mayor tasa de casos, circunstancia que se corresponde con el gran tránsito y movilidad internacional de la población de esas dos capitales.

Un informe de la Organización Mundial del Turismo (OMT), con sede en Madrid, establece que cada año unos 40 millones de personas se desplazan entre los países industrializados y hacia los que están en vías de desarrollo. Los mismos datos sugieren que unos 12 millones de españoles viajan anualmente al extranjero y de ellos en torno a un millón se dirige a regiones tropicales: más de 500.000 a Centroamérica y Suramérica, unos 300.000 a África y cerca de 190.000 a Asia y regiones del Pacífico.

En España se declaran cada año 500 casos de malaria, pero la cifra real se acerca a 1.000
La quimioprofilaxis o medicación preventiva del paludismo resulta muy eficaz

Esta predilección turística creciente por los trópicos, donde la malaria sigue siendo una enfermedad endémica, así como los actuales movimientos migratorios, está produciendo un notable incremento de la prevalencia de la infección en los países europeos, de tal modo que actualmente el 60% de los casos de malaria en Europa son importados por el turismo y el 40% restante por la inmigración.

En el último congreso de la Sociedad Española de Medicina Tropical y Salud Internacional (SEMTSI), celebrado en marzo, todos los expertos coincidieron en que se trata de una enfermedad infradeclarada, como sucede con otras patologías infecciosas. Se calcula que sólo en países como el Reino Unido y Francia se registran anualmente en cada uno de ellos en torno a 5.000 nuevos casos.

En España, en virtud de los datos de la Subdirección General de Sanidad Exterior y Veterinaria, perteneciente al Ministerio de Sanidad y Consumo, se declaran anualmente unos 500, cifra que los expertos elevan a cerca de 1.000 como reales, y se producen al menos dos fallecimientos al año por malaria, sobre todo en turistas mayores que acuden tarde al médico.

Para Rogelio López-Vélez, presidente del congreso de la SEMTSI y responsable de la unidad de Medicina Tropical del hospital Ramón y Cajal de Madrid, la quimioprofilaxis o medicación preventiva es muy eficaz.

'En España', sostiene, 'apenas tenemos fármacos antipalúdicos y la mayoría debe solicitarse por medicación extranjera. El Ministerio de Sanidad está a punto de aprobar, como ya se ha hecho en otros países comunitarios, un nuevo medicamento, el Malarone, para prevenir y tratar la malaria, que está compuesto por dos antipalúdicos: atovacuona y hidrocloruro de proguanilo'.

Entre las ventajas que destaca López-Vélez sobre el nuevo fármaco figuran el que 'no presenta las resistencias de muchos de los medicamentos antipalúdicos convencionales' y que su 'pauta de administración es mucho más cómoda, puesto que basta con empezar a tomarlo uno o dos días antes de emprender el viaje y mantener el tratamiento hasta una semana después del regreso', cuando la quimioprofilaxis clásica ha de iniciarse una semana antes y seguirse hasta cuatro semanas después del regreso.

Según indicó en el congreso de la SEMTSI Fernando Carreras, consejero técnico de Sanidad Exterior, más del 75% de los viajeros de zonas tropicales y subtropicales tiene riesgo de presentar algún trastorno de salud.

'Una adecuada planificación del viaje', señaló, 'y una correcta información son fundamentales para prevenir problemas de salud y de cualquier otra índole. Es importante que los eventuales turistas acudan, al menos un mes antes de salir de viaje, a un Centro Internacional de Vacunación para ser asesorados de forma personalizada'.

Los servicios de salud de las comunidades autónomas, las organizaciones de salud internacional y las asociaciones de agencias de viajes y mayoristas disponen de un material informativo que cada año y desde 2000 la Dirección General de Salud Pública elabora y difunde durante la primavera con vistas a las vacaciones de verano.

Existe una página web (www.infomalaria.com), de acceso exclusivo a los profesionales médicos, en donde hay amplia información sobre la prevención de la malaria y en la que figura cada uno de los centros que existen en España de vacunación internacional. Los ciudadanos interesados pueden dirigirse a su médico de cabecera o solicitar mediante información telefónica el número de localización del centro de vacunación internacional más próximo a su residencia.

El Centro de Salud Internacional del hospital Clínic de Barcelona va a emprender este verano un estudio en Mozambique para comprobar si el tratamiento de la malaria en menores de un año mediante una combinación de medicamentos muy baratos (sulfadoxina-pirimetamina) es eficaz para la prevención del contagio.

El trabajo se desarrollará en 2.000 niños y 600 embarazadas en el Centro de Investigación en Salud de Manhiça, financiado en su mayor parte por la Agencia Española de Cooperación Internacional.

Este proyecto, que durará tres años y está costeado con 900.000 euros (150 millones de pesetas) por la Fundación BBVA, es continuación de otro piloto realizado en Tanzania y cuyos resultados prometedores se publicaron en The Lancet, y se suma a otros en marcha o preparación auspiciados por la Organización Mundial de la Salud, el Instituto Nacional de la Salud de Estados Unidos y las fundaciones Bill Gates y Roosevelt. En el mismo centro mozambiqueño de Manhiça (en que se estudió la vacuna, fallida, del científico colombiano Manuel Patarroyo) también se van a empezar los ensayos clínicos en niños de uno a cuatro años con una nueva vacuna.

Niños enfermos de malaria y sida, en un orfanato y hospital de día a las afueras de Maputo (Mozambique).
Niños enfermos de malaria y sida, en un orfanato y hospital de día a las afueras de Maputo (Mozambique).M. N.

Erradicada en España en 1964

Hasta la segunda mitad del siglo XX la malaria causó estragos en toda la cuenca europea del Mediterráneo. Fue en 1964 cuando España obtuvo el certificado oficial de erradicación, y desde entonces los casos notificados a la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica son importados de países endémicos. El 54% de la población mundial reside en zonas endémicas de malaria, una enfermedad que afecta al hombre y a algunos animales y que es producida por el microorganismo parásito Plasmodium falciparum, descubierto en 1881. Este agente penetra en el organismo por la picadura del mosquito Anopheles, vector indispensable para transmitir el parásito. El síntoma principal es la fiebre, que también puede acompañarse de malestar general, dolores musculares y de cabeza, diarrea y tos. Se trata de un cuadro que 'puede confundirse con una gripe u otro proceso febril, si no se sospecha de la posible aparición de malaria. Y esto es ahora bastante común en los países europeos', explica Rogelio López-Vélez, responsable de la unidad de Medicina Tropical del hospital Ramón y Cajal de Madrid. 'En nuestro hospital hemos tenido este año cinco jóvenes ingresados en la UVI por consultarnos tarde. Habían ido de vacaciones a Gambia y, lejos de medicarse para prevenir la infección, ni siquiera tenían percepción del riesgo, puesto que no habían sido informados'. Según este especialista, si no logra detenerse el proceso en los cinco o siete primeros días, el paciente empeora y la enfermedad repercute en órganos vitales y puede dejar graves secuelas o conducir a la muerte. Pedro Alonso, coordinador del Centro de Salud Internacional del Hospital Clínic de Barcelona, afirma que la malaria se encuentra dentro del grupo de enfermedades catalogadas como huérfanas, por la escasa financiación dedicada a su investigación. 'El 90% de los recursos se destina a investigar el 10% de las enfermedades, que afectan sobre todo a los países ricos. El hecho de que la emfermedad esté reapareciendo en en los países desarrollados puede resultar beneficioso para romper ese desequilibrio estratégico en investigación biomédica. Actualmente se invierte en investigación en malaria el 1% de lo que se destina al al sida'. Si la mortalidad en menores de cinco años se sitúa en 7 por 1.000 en los países desarrollados, esa cifra se dispara a 172 por 1.000 en los países pobres.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_