Los sucesores también triunfan
Napster ha muerto, pero su espíritu sigue vivo. La idea de que se puede descargar música gratis de la red se ha extendido tanto que dentro de poco (cuando se generalice el uso de Internet) hará la competencia a otro tipo de piratería mucho más visible, la de los top manta.
La diferencia es incluso más favorable para los internautas ya que pueden descargarse tan sólo una canción (y completamente gratis) mientras que en el caso de los vendedores callejeros hay que pagar tres euros por el album entero. No es de extrañar que tras la muerte anunciada de Napster, se hayan multiplicado los sucesores. El programa de música de más éxito en España es el Audiogalaxy, que concentra el 13,5% de las descargas.
Su explosión coincidió con el declive de Napster el pasado año, y se basó en una política inicial de prudencia y no beligerancia, ofreciendo a las discográficas un presunto filtro para canciones protegidas por derechos. Al final, esos filtros han resultado ineficaces, y se puede bajar casi cualquier canción de los CD recién salidos al mercado. Así piensan al menos las discográficas norteamericanas agrupadas en la RIAA, que se acaban de querellar contra Audiogalaxy. Su funcionamiento es bastante sencillo. Basta darse de alta como usuario, bajarse el programa y comenzar a intercambiar los miles de temas que tienen almacenados, a su vez, los millones de PC de sus usuarios en todo el mundo. El programa ofrece facilidades como informar de la velocidad de descarga o la calidad del sonido. Tras este sitio, le siguen en importancia el Kazaa, que trata de reproducir en España el éxito que ha tenido en Francia, gracias a que no sólo permite intercambiar datos MP3 sino vídeos. En España cuenta con un 6,2% del total de usuarios, aunque su cartera de artistas y de temas discos es muy inferior al de Audiogalaxy.
Por último, el programa Morpheus, el más usado en el reino Unido y Alemania, atesora ya el 6% de las descargas. Napster que ya no es operativo en España llegó a concentrar el 23,8% de las descargas en su momento de mayor auge, en la primavera del pasado año.
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