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Napster suspende pagos en un último intento por evitar su desaparición

Bertelsmann comprará la firma que revolucionó la música en la Red

Napster, el sitio de intercambio gratuito de música más popular de Internet, que ha afrontado demandas por piratería de cinco grandes discográficas desde 1999, presentó ayer suspensión de pagos en un último intento de evitar su desaparición. Se trata del primer paso de un plan de rescate ideado por el gigante alemán Bertelsmann, que acordó en mayo comprar la compañía por 8,6 millones de euros.

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Napster, la estrella de la música digital, que llegó a contar con más de 70 millones de suscriptores, cerró ayer un capítulo de la historia de Internet. La compañía, que fue declarada culpable de violar la ley de derechos de autor después de revolucionar el mundo de la música digital con un servicio de intercambio gratuito de canciones por Internet, solicitó la suspensión de pagos.

Según los documentos presentados al juez, Napster, con sede en Redwood City (California), cuenta actualmente con activos valorados en escasamente 7,9 millones de dólares, mientras que sus deudas alcanzan los 101 millones de dólares. La declaración de bancarrota forma parte del acuerdo al que los directivos de Napster llegaron el 17 de mayo pasado con el segundo grupo de comunicación y prensa más grande de Europa, el alemán Bertelsmann, para ser adquirida por 8,6 millones de euros.

Defensa legal

'Los extraordinarios costos asociados con el diseño de un nuevo servicio de pago, y la defensa legal han terminado con las reservas monetarias de Napster', explicó el director financiero de la empresa, Carolyn Jensen, en las diligencias judiciales.

Jensen dijo que a pesar de los despidos realizados por la empresa en los últimos meses -actualmente sólo cuenta con 18 empleados-, ha sido imposible 'evitar' la crisis de liquidez, sobre todo porque no han podido sacar al mercado un nuevo servicio de música.

El director ejecutivo y fundador de la compañía, Konrad Hilbers, abandonó la empresa el pasado 14 de mayo, tres días antes de que la corporación aceptara la última oferta de adquisición por parte de Bertelsmann, que requiere la aprobación judicial.

Los planes del conglomerado alemán son utilizar Napster para el desarrollo de su propio servicio de música digital, algo que ya buscó en octubre de 2000, pero que no se concretó por la oposición de algunos de los principales accionistas de la empresa estadounidense, como su cofundador, Shawn Fanning.

Bertelsmann, un conglomerado de empresas que incluye, entre otras, a la discográfica BMG, había prestado a Napster 85 millones de dólares para que desarrollara un servicio de suscripción legal, lo que implicaba perder la condición de gratuito que tenía entonces.

Napster dejó de operar en julio de pasado a causa de una orden judicial que prohibía que continuase con el intercambio gratuito de música sin disponer de los derechos de propiedad de las canciones, y se le impidió incluso lanzar un servicio de pago hasta que eliminara todas las canciones que no estuviera autorizada a vender.

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