Vitoria acogió ayer por primera vez una prueba de atletismo para empresas

Dicen que salir al campo con los compañeros de empresa y enzarzarse a pistoletazos de pintura elimina el estrés. O que juntarse con ellos para atarse a la barandilla de un puente y lanzarse al vacío también une. Hay otras aventuras más convencionales, aunque no por ello menos novedosas, cuya misión es la misma. Vitoria acogió ayer la primera carrera de empresas. La experiencia ya se ha probado en Madrid y Barcelona, al parecer con éxito.

La capital alavesa convocó a las ocho y media de la tarde a cerca de un millar de personas. Los requisitos eran mínimos: pertenecer a una empresa o a una institución, formar un equipo de dos, tres o cuatro personas, y abonar 15 euros cada una. Y, por supuesto, recorrer seis kilómetros por un atractivo circuito que salía del campus universitario, atravesaba el Casco Medieval y acababa en el corazón del centro de la ciudad.

Se vistieron de corto tanto directivos como obreros, empleados, comerciales, funcionarios... La carrera la organizó la empresa Campobase, especializada en reuniones campestres de compañeros de trabajo, con afán participativo, con la pretensión de fomentar 'los hábitos saludables y promover trabajos en equipo', según los organizadores, aunque no dejó de lado los premios. Recibieron trofeos los primeros y segundos clasificados de cada categoría (había una exclusiva para hombres, otra sólo para mujeres y otra mixta). Además, obtuvieron un obsequio las empresas que enviaron a más participantes, así como el equipo más veterano en edad, y también aquéllos que llegaron desde más lejos.