'Los socialistas no se han atrevido a ser de izquierdas'
Jacques Généreux, profesor del prestigioso Instituto de Ciencias Políticas y uno de los intelectuales que formaron parte del comité de apoyo a Lionel Jospin en la campaña presidencial, afirma que la izquierda ha entrado en crisis 'por no atreverse a ser de izquierdas'.
Pregunta. ¿Qué efectos tendría una victoria de la izquierda en las legislativas?
Respuesta. Llegaría al poder a la desesperada, sin haber arreglado los problemas de fondo. Jospin estaba en el poder para mantener el equilibrio entre los comunistas y los socioliberales [alusión a Fabius o Strauss-Kahn], pero prolongar esa situación seguirá alimentando a la extrema izquierda y los populismos.
P. Pero si pierde, la crisis está asegurada.
R. Una derrota electoral representará la desautorización del equipo precedente y obligará a un debate de fondo. La izquierda tendrá que transformar sus equipos dirigentes y aceptar una cura de oposición, como la que tuvieron los laboristas en Reino Unido. El problema del Partido Socialista es que no se ha atrevido a ser de izquierdas. El Gobierno de Jospin alcanzó su máxima popularidad cuando dio prioridad al sostén de la actividad, del empleo y del poder de compra, la reducción del tiempo de trabajo y la resistencia a una Europa demasiado liberal.
P. Pero en 2001, Jospin comenzó a perder popularidad.
R. Se produjo el error fatal del mensaje de la reducción de impuestos, que pretendía seducir a una clase media-alta, considerada centrista y, por tanto, susceptible de arbitrar lo que se suponía iba a ser un combate final entre derecha e izquierda. Pero un discurso centrista ha empujado a muchos electores de izquierda hacia la abstención o hacia los extremos, sobre todo porque Jospin les había hecho concebir una verdadera esperanza de ruptura con la lógica neoliberal. El Partido Socialista se ha dejado contaminar por la idea del Estado mínimo. ¿Quién quiere el declinar de los servicios públicos o la reducción de Europa a una zona de competencia económica cada vez más dura?
P. ¿Usted cree que esas ideas pueden reunir al 51% de los electores?
R. El deseo de izquierda sigue siendo muy grande en Francia. Chirac ganó la elección presidencial de 1995 con un discurso de izquierda, el de la fractura social, y, por cierto, es la única elección que verdaderamente ha ganado, porque en 2002 lo ha conseguido con votos prestados.
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