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Dominique Sanda vuelve al teatro en Buenos Aires para interpretar a Juana de Arco

Una de las musas de los 70 protagoniza el oratorio dramático escrito por Paul Claudel

Vuelve al escenario después de una larga temporada fuera del circuito artístico. Dominique Sanda, musa de directores como Bertolucci, De Sica, Visconti, Huston, Bolognini, Cavani en los años setenta, interpreta a la doncella de Orleans en Juana de Arco en la hoguera, el oratorio dramático escrito por Paul Claudel con música de Arthur Honegger, que se representa estos días en el Teatro Colón de Buenos Aires. El espectáculo cuenta con un reparto completamente argentino dirigido por Reinaldo Censabella y la escenografía es de Roberto Platé.

'Vivo en el presente. Antes tenía todo, pero mi naturaleza es muy complicada'

La actriz francesa vive desde 1999 en la capital argentina alejada del mundanal ruido. La reaparición rescata a una mujer que deslumbró a los 16 años a su descubridor, Robert Bresson. Después trabajó con Bertolucci, De Sica, Visconti, Huston, Bolognini, Cavani. Intervino en El jardín de los Finzi Contini (Vittorio de Sica), que ganó el Oscar 1970 a la mejor película extranjera, y en 1976 obtuvo el premio a la mejor interpretación femenina en el Festival de Cannes por La herencia de los Feramonti, dirigida por Mauro Bolognini. En los noventa dio el salto al teatro, que alternó esporádicamente con el cine y la televisión. 'A mi queridísimo Bresson lo llevo siempre conmigo', asegura. 'Ahora, cuando estoy en el escenario haciendo Juana de Arco pienso a menudo en él, porque es como alguien que me protege. Fue mi gran maestro. Después Bertolucci (El Conformista y Novecento) fue una muy linda experiencia, pero ya fue distinto, es otra cosa'.

La música es su anhelo permanente. Y tal vez su frustración. 'Hace dos años, recién instalada en Buenos Aires, se representó en el Colón Juana de Arco . Pensé dentro de mí, ¡cómo me gustaría hacerlo! Estar aquí, en Buenos Aires, como francesa e interpretando este personaje'. El sueño se ha hecho realidad. 'Emilio Basaldúa, director del Colón, sabía que vivía aquí. Pero yo no hago publicidad, soy muy discreta y solitaria, me gusta la paz'.

Es su primer trabajo en Argentina desde que se casó hace dos años. El azar quiso que justo antes de la llamada de Basaldúa le propusieran hacer Hamlet en Italia a finales de año. 'Me estoy preparando para una experiencia extraordinaria'. Recorrerá el norte de Italia durante tres meses con una compañía toscana.

Después de residir toda su vida en París, Dominique Sanda vive en Argentina, donde conoció a su actual marido. Su primer viaje fue en 1988, para rodar Yo la peor de todas, dirigida por María Luisa Bemberg. 'Me quedé un tiempo en Buenos Aires. La gente me conocía, era como Italia, mi país de adopción'.

La actriz, que destacó muy joven por su belleza enigmática y su elegancia, no acató fácilmente los dictados de la industria. 'Siempre he sido muy celosa de mi libertad. He cometido errores, pero siempre con el deseo más grande de tener mi propio yo, de entender quién soy, de vivir mi vida, porque la vida de actor es una vida donde la gente te devora. Y no quiero eso. Veo actrices que quiero mucho pero que necesitan como una droga al público, la fama, la gente que te besa'. ¿Y si mañana suena el teléfono y quien habla es Bertolucci para ofrecerle un papel en su próxima película? 'Claro que me gustaría. Cuando una es artista... pero mi talento artístico va en muchas cosas, en mi vida privada, en estar en mi casa días sin moverme. Necesito crear un mundo para estar bien. Me encanta cuidar las plantas, leer, ocuparme de detalles. Pero, por supuesto, cada tanto hacer una película o interpretar un papel hermoso es un premio que te da la vida'.

'Yo vivo mucho en el presente. Antes tenía todo, pero mi naturaleza era muy complicada. Me gusta enormemente el pasado porque en el momento en que lo viví fueron los momentos más importantes de mi vida. Pero ahora, cuenta el presente'.

Son malos tiempos para Argentina, pero la actriz no tiene la menor intención de marcharse. 'Este país es tan raro. Recuerdo cuando vine por primera vez en 1988 y todo era caótico. Me sentía una reina porque con 100 dólares podías comprar todo'. Encontró su equilibrio en el luminoso apartamento que domina un delicioso parque porteño. 'Es como una isla y eso es fundamental'.

El futuro de Argentina 'es difícil, pero hay esperanza. Mi hijo y su mujer están sin trabajo. En Europa son más civilizados, no se roba. Aquí pagas los impuestos pero todo desaparece. No entiendo cómo uno puede sentirse bien por tener plata cuando hay otros que se mueren de hambre. Me apena y me irrita. No sé cómo, pero Argentina va a salir'.

Dominique Sanda, durante la representación de <b></b><i>Juana de Arco en la hoguera.</i>
Dominique Sanda, durante la representación de Juana de Arco en la hoguera.RICARDO CEPPI

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