Duran defiende ante sus bases las bondades del pacto entre el PP y CiU

Entre la defensa y justificación del pacto con el Partido Popular y las críticas a Esquerra Republicana (ERC) -su competidor en el terreno nacionalista- y al Partit dels Socialistes (PSC), el contrincante en la carrera hacia la Generalitat. Así repartió el líder de Unió Democrática (UDC), Josep Antoni Duran Lleida, sus filias y fobias en la memoria de gestión del partido democristiano que celebra este fin de semana su 22º congreso en Sitges (Barcelona).

El congreso comenzó tan soleado y apacible como el día de ayer en la costa catalana. Una primera prueba: el informe de Duran debió gustar a los compromisarios, pues el 95,86% votó a favor, un 2,07% lo hizo en contra mientras que otro 2,07% se abstuvo.

Quedó claro que Unió Democrática ha cambiado de chivo expiatorio. Convergència ha dejado de ser objetivo de las pullas de UDC. Y ayer Duran Lleida actuó plenamente de acuerdo con su nuevo papel de pareja electoral con Artur Mas, el candidato nacionalista a la presidencia de la Generalitat. Incluso confesó sus ambiciones de suceder a Jordi Pujol como algo propio del pasado. Ahora apremia la empresa común de derrotar a los socialistas de Pasqual Maragall y a sus supuestos aliados de ERC. Este último se llevó varias descalificaciones: 'ERC puede llegar a engordar a costa de nuestros complejos'. 'No hay plataforma en el territorio contra CiU que no haya contado con la colaboración activa de Esquerra'. El PSC, de acuerdo con el informe de Duran, se ha dedicado 'a la agitación'.

Y a todo esto, ¿dónde queda el PP? 'Lo cierto es que el PP nos ha ayudado cada año con los presupuestos y nos ha ayudado a defendernos de la acción de erosión del Gobierno; nadie más lo ha querido hacer', dijo el líder de Unió para explicar el apoyo que el Gobierno de CiU recibe de los populares. Con el PP casi todo ha ido bien: se ha realizado un buen pacto de financiación autonómica y lo que el Ejecutivo de Aznar ha hecho mal, vino a decir en síntesis Duran Lleida, CiU lo ha corregido o al menos lo ha intentado, como ha sucedido con la Ley de Partidos.

El congreso de Unió supone un cambio sustancial de su ideario. Los democristianos están decididos a aparcar sus viejas reivindicaciones soberanistas y apuestan por un catalanismo de carácter social, donde se prime el incremento del nivel de vida de la ciudadanía y la cohesión social.