Irlanda adormece al león africano
Camerún se hunde en la segunda parte ante el empuje y el orgullo de la selección de McCarthy
El gigante africano que hace tantos años amenaza con hacer temblar el mundo del fútbol se volvió a dormir ayer. Los leones indomables de Camerún, actuales campeones de África, empataron 1-1 contra una modesta selección irlandesa que, más por personalidad que por talento, mereció llevarse los tres puntos.
El hecho de que la selección camerunesa partiese como clara favorita contra una selección europea que había eliminado del Mundial a la Holanda de Louis van Gaal indica, eso sí, que el fútbol africano sigue evolucionando. Más veloces, más fuertes, mil veces más hábiles con el balón que los irlandeses, los cameruneses dieron, no por primera vez, una muestra del gran potencial futbolístico que existe en África. Eto'o fue una amenaza constante para la defensa irlandesa y si no hubiera sido por la brillantez en el mano a mano de Given, considerado por muchos como el mejor portero de la liga inglesa, el delantero del Mallorca hubiera sido el primero en abrir el marcador.
Fue Eto'o el que creó el gol camerunés, poniéndoselo en bandeja a Mboma tras un frenazo y un recorte dentro del área que partió la defensa irlandesa en dos. Irlanda estaba sin ideas y daba la sensación de que aunque las tuviese no hubiera sabido qué hacer con éllas.
Quien sabe si fue por los fans, o algo que dijo McCarthy en el descanso, o si fue simplemente el orgullo de un grupo de jugadores que no soportaba la idea de que se dijera de ellos que sin Roy Keane no valían nada. Sea cual sea la explicación, la segunda mitad fue la cara inversa de la primera. El dominio irlandés fue casi absoluto.
Geremi, tuvo una oportunidad, solo contra el portero, de marcar el segundo gol camerunés en el minuto 51. Por torpeza perdió la ocasión y medio minuto después el centrocampista Holland le dio al lateral madridista, y a todo el mundo, una lección de cómo pegar al balón. La conexión con el pie derecho fue perfecta y la colocación también. Pasará a ser uno de los golazos de este Mundial.
En vez de reaccionar, como se podría haber esperado tras la exhibición del primer tiempo, Camerún se hundió. Given se transformó de protagonista en espectador, Eto'o despareció, Mboma fue sustituído, balones empezaron a llover sobre el área de Camerún, irlandeses que en el primer tiempo no habían hecho nada de repente relucieron como estrellas, entre ellos el eterno suplente del Leeds United, Robbie Keane, cuyo espectacular cañonazo en el minuto 85 mereció ganar el partido pero se estrelló como un martillo contra el palo camerunés.
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