Un joven mata a su compañero de piso a cuchilladas y se entrega a la policía
El homicida envolvió a su víctima con varias mantas y una colcha
Un homicidio ocurrido en Móstoles elevó ayer a 13 las muertes violentas registradas en la región en el mes de mayo. José Alfonso Alcaide, de 24 años, mató a su compañero de piso, el portugués Paolo Jorge Gonçalves Leal, de 27 años, y tres horas después se entregó en la comisaría local, según la Jefatura Superior de Policía. El supuesto homicida envolvió el cadáver de su víctima en varias mantas y lo cubrió con una colcha.
Alcaide declaró en comisaría que la relación con Gonçalvez había empeorado en las últimas semanas porque aquél quería quedarse sólo con su novia en el piso, por lo que decidió que su compañero de vivienda y la novia de éste debían abandonar la casa.
El presunto homicida conoció hace dos meses al portugués, que se fue a vivir con él a Móstoles. Sin embargo, ambos conocieron después a sus respectivas novias, lo que enturbió la relación entre ambos. El supuesto asesino salía con Aguieska C., de origen rumano, mientras que su amigo lo hacía con la polaca Oana B. Ambas trabajan en un bar de Móstoles.
Alcaide y Gonçalves residían en un piso de alquiler junto a ambas mujeres en el número 28 de la calle del Parque Vora, en el centro de la localidad mostoleña, junto a la estación de Renfe.
Las dos mujeres volvieron ayer sobre las cuatro de la madrugada a su domicilio y comprobaron que no podían abrir la puerta. Uno de los cerrojos había sido echado desde el interior de la vivienda, por lo que decidieron acudir a la comisaría. Pensaban que les había ocurrido algo a sus compañeros de piso.
La policía acudió a la vivienda y avisó a los bomberos de Móstoles, que derribaron la puerta. Los agentes inspeccionaron la vivienda y al llegar a una de las tres habitaciones descubrieron el cadáver de Gonçalves.
Según la policía, el cuerpo estaba envuelto en varias mantas y una colcha. Al destaparlo, comprobó que la víctima había sido asesinada de tres cuchilladas en la espalda; otra, en el hemitórax izquierdo; y la quinta, en el costado derecho. Los facultativos de una UVI del Servicio de Urgencias Médicas de la Comunidad de Madrid (Summa) certificaron la muerte.
Antes de la llegada de la policía, Alcaide se había descolgado desde la terraza de su piso (el segundo A) hasta la calle. Después cogió el coche de su compañero de piso y, tras dar varias vueltas por el municipio, se dirigió a la comisaría del Cuerpo Nacional de Policía, situada en un polígono industrial de la localidad. Nada más entrar, confesó a los agentes que estaban de guardia que acababa de asesinar a Gonçalves. El supuesto homicida declaró que durante las últimas semanas había discusiones frecuentes entre él y Gonçalves y que en la madrugada de ayer, en una de estas trifulcas, apuñaló a su compañero de piso con un cuchillo de cocina.
La policía descubrió durante la inspección ocular de la vivienda que el supuesto homicida había fregado el domicilio. Pero aún quedaban restos de sangre en un colchón que estaba en el suelo y en el que, supuestamente, asesinó a su compañero de piso.
Los investigadores creen que el agresor pretendía deshacerse del cadáver. Por eso lo envolvió en varias mantas y una colcha para poder bajarlo al coche de la víctima y hacerlo desaparecer durante la noche. Sin embargo, la llegada de sus compañeras de piso precipitó, según la policía, los acontecimientos y forzó a Alcaide a huir por la ventana.
Una portavoz de la Jefatura Superior de Policía informó ayer que el supuesto homicida había recibido tratamiento psiquiátrico en Palencia por esquizofrenia.
Los cuatro inquilinos eran un misterio para sus vecinos. 'Todos ellos eran personas muy discretas. Sólo causaban algún problema por el ruido de la música algún fin de semana', comentó una vecina.
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