_
_
_
_
VISTO / OÍDO
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Una de ladrones

Los miles de millones de dólares que dejó Perón andan en litigios, aunque algunas fincas y joyas ya se han repartido. Las noticias de las herencias tienen mucho público. No me quejo de la de Cela: se la ganó línea a línea y la administró cuidadosamente. Era curioso verle, de chico, haciendo toda clase de disparates bohemios mientras apuntaba en su libretita: 'Tranvía, 10 céntimos'. No es ese el tema, ni el espectáculo hereditario: no sé si se sabe que los rojos queríamos abolir las herencias, lo cual no hubiera sido mucho esfuerzo después de abolido el capital: por eso perdemos siempre.

Lo que interesa ahora es que los millones de Perón y sus esposas y brujos coinciden en los periódicos con la ruina argentina, y es que empezó así. La han arruinado sus jefes de gobierno, sus ministros: tan ávidos de cargos que sacaron los sables entre sí para tomar el poder, y crearon torturas para sus enemigos: tirarlos vivos desde helicópteros, robarles a sus hijos, sepultarlos vivos. La crueldad es una política en la que convienen los juristas y los filósofos de Estado: es ejemplar y evita nuevos enemigos. No basta con matar a un regicida: hay que descuartizarle con cuatro caballos tirando de sus miembros. Además, es un placer: para el sádico es un orgasmo. Quizá el único.

No Perón, que además gustaba de las jovencitas, y yo en eso no veo nada malo: si ellas quisieran... No, el tema no es ese: los gobernantes de Argentina han robado; han robado allí los de EE UU, y se han aprovechado las empresas mundiales a comprar barato, y los cambistas y los financieros. Ha caído sobre ella la globalización. Es el caso más actual, pero en las cuatro quintas partes de la humanidad que apenas comen veremos a sus gobernantes; tras los cuales están los imperios que los colonizaron y los abandonaron, y los traficantes de sus marfiles o cafés o niñas.

No hay que ir lejos, basta un viaje por el mismo informativo de la televisión para ir viendo por aquí cerca financieros, ecónomos, banqueros: y gobernantes. Ahora se habla poco de ellos, pero en el Gobierno anterior la prensa facha no cesaba en sus denuncias, ciertas o falsas. Todo igual: pero los votamos. Nos han enseñado que la penetración en la urna es también orgásmica. Los elegimos, los creemos, subimos sus sueldos. Y un día seremos Afganistán, Argentina o el Egipto de los faraones, que se llevaron todo hasta dentro de sus tumbas.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_