Montepríncipe, refinamiento en Malasaña
En menos de cinco años, Justo Rodríguez y Pilar Rey han convertido esta simpática casa de comidas en uno de los lugares favoritos de quienes frecuentan el barrio de Malasaña. A nadie debe sorprender el éxito de Montepríncipe, porque lo que se sirve en sus mesas supera con creces la discreta apariencia del establecimiento. Sin alejarse de las recetas regionales españolas, Rodríguez pone a punto platos sencillos, salpicados de detalles refinados y ennoblecidos por la calidad de las materias primas.
Las mejores carnes de pasto asturianas las hace a la plancha y las acompaña con patatas doradas en auténtico aceite de oliva; los lenguados, presentados en pieza, procedentes de Cádiz o Galicia, los hace a la costra con su propia piel, mientras que los pichones de grano -plato estrella-, los asa brevemente y los sirve con una salsa de Pedro Ximénez. Por supuesto, merecen la pena sus croquetas y los callos, dos especialidades consolidadas. Y, si la visita se realiza al mediodía, hay que preguntar por el plato de cuchara. Quizá unas lentejas con alas de pichón, tal vez unas patatas con costillas o acaso un empedrado. Sea como fuere, hay que reservar un hueco para los postres. Aunque entre la selección de tartas se lleva la palma la de manzana, pera y nueces, está bien la charlota de chocolate y la de queso fresco con frambuesa.
Montepríncipe
San Andrés, 31. Teléfono 91 448 83 10. Cierra: domingos, festivos y lunes. Entre 25 y 30 euros.
Otra sorpresa es su carta de vinos, insólita en un lugar tan pequeño. Contiene más de 100 referencias con marcas de última moda españolas y extranjeras, y con buenos vinos entre 12 y 18 euros.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.