Estopa se reencuentra con Barcelona

No, no se llenó el Palau Sant Jordi anoche, pero quizá no se trataba de eso. O, mejor, nadie esperaba un llenazo en la presentación del segundo disco de Estopa. De lo que se trataba era de escenificar el reencuentro de los hermanos Muñoz con su público, con la gente de casa, y ésta no falló.

Según datos oficiales, fueron 14.200 las personas que se acercaron al recinto olímpico en esta nueva cita de Estopa 'con sus bases', ese público que les sigue pese a que la moda ya ha depositado sus gracias en otros nombres de temporada.

Para las 'bases' Estopa es lo más grande. Pero aun sin moda, la aparición de Estopa en el escenario a las 21.45 horas desató un griterío infernal y gozoso. Tocó la banda de acompañamiento unos compases y aparecieron David y José (los hermanos Muñoz), quienes a los pocos segundos ya estaban cantando con el Sant Jordi entero Cacho a cacho, una de las afortunadas canciones de su primer disco.

'Me huelo que esto va a ser muy fuerte', dijo David, que, aun acostumbrado al griterío asociado a los conciertos triunfales, pareció notar un calor especial. Quizá era que jugaban en casa, o quizá que él tenía el corazón caliente y el cuerpo de jota. Y fueron cayendo las canciones. Le tocó luego el turno a De estrangis y más tarde a Vino tinto, y a Suma y sigue... y así hasta más de 20 temas para solaz de todos aquellos, muchos, para los que Estopa sigue siendo una de las bandas sonoras de su vida. La fiesta se preparaba completa.