El PP reprocha a Pujol que los 'mossos' no persigan a los inmigrantes irregulares

El PP devolvió ayer a Jordi Pujol la acusación de ineficacia en la expulsión de inmigrantes en situación irregular que el presidente de la Generalitat lanzó el miércoles en el Parlament contra el Gobierno de Aznar. El diputado conservador Daniel Sirera reprochó al Ejecutivo de CiU que la policía autonómica no se dedique a controlar a estos extranjeros. El presidente del PP de Cataluña, Alberto Fernández Díaz, señaló que la mano dura con los inmigrantes que ahora pide Pujol 'es una clara contradicción con lo que ha sostenido en los últimos años'.

El debate sobre la inmigración comenzado el miércoles con Pujol y los líderes parlamentarios como protagonistas continuó ayer con la presentación de cuatro interpelaciones, a las que respondió la consejera de Bienestar Social, Irene Rigau. Para los socialistas constituyó una decepción que el continuador del debate sobre un asunto tan importante no fuera el conseller en cap, Artur Mas. '¿Dónde estaba Mas, en la discoteca, como el día de la gran nevada?', preguntó el portavoz del PSC, Miquel Iceta.

El debate planteado por Joaquim Nadal (PSC-Ciutadans pel Canvi), Josep Huguet (ERC), Daniel Sirera (PP) y Dolors Comas (Iniciativa-Verds) constituyó una fuerte censura a la actuación del Gobierno de CiU. Sobre todo porque, argumentó Nadal, 'una suma de buenas intenciones no forma un programa político' con el que afrontar una situación que no hace más que empeorar.

Nadal reiteró la oferta formulada el miércoles por Pasqual Maragall para concretar un acuerdo de todos los partidos sobre la inmigración con el objetivo de 'cerrar la disputa partidista'. Anunció que para ello su grupo parlamentario presentará en el próximo pleno del Parlament una moción con medidas detalladas. Rigau respondió a esta oferta indicando que la política sobre inmigración aplicada por el Gobierno catalán ya responde a acuerdos adoptados por el Parlament. Aunque no se cerró al pacto.

El debate subió de tono cuando Huguet sostuvo que el hecho de que Cataluña sea la comunidad autónoma que recibe más inmigrantes extranjeros es el fruto de una 'maniobra desestabilizadora planificada' por el Gobierno central para diluir la nacionalidad catalana. Sirera acusó a ERC, ICV y el PSC de sostener la política de 'papeles para todos' y recriminó en particular a ERC que su líder, Josep Lluís Carod, hubiera pedido la expulsión de un imam por tener actitudes 'antidemocráticas'.

Imames y Batasuna

La réplica de Huguet fue tildar al PP de 'heredero del franquismo' y sostener que el fomento de la inmigración extranjera en Cataluña fue defendido por Jaime Mayor Oreja en Barcelona en reuniones con miembros del Foro Babel. Sirera acusó Huguet de 'destilar odio' en su intervención, negó que el PP sea heredero del franquismo y dijo que renunciaba a pedir coherencia a un partido que, como ERC, pide la expulsión de un imam por 'antidemocrático', pero es incapaz de apoyar la ilegalización de partidos que apoyan cosas 'mucho peores', en referencia a Batasuna.

Tanto Nadal como Huguet y Dolors Comas rechazaron que sus respectivos partidos defiendan una política de puertas abiertas. Comas pidió que el discurso de los políticos no fomente la xenofobia y el racismo. Eso es lo que se fomenta, explicó, cuando se relaciona inmigración con delincuencia, cuando se habla de lo que cuestan los inmigrantes a las administraciones y no de lo que aportan; cuando se presenta al islam con un sistema monolítico e integrista y se exige a los musulmanes una laicidad que no se reclama para la Iglesia católica.

Rigau cifró en 316.000 el número de inmigrantes con permiso de residencia, a los que hay que añadir 50.000 empadronados sin residencia legal. De ellos, hay 139.000 afiliados a la Seguridad Social. La política del Gobierno catalán para con ellos es de fomentar su integración en la sociedad catalana, respetando su cultura y creencias. Eso significa, precisó, que se ha rechazado el modelo de asimilación, que perseguiría convertirlos en catalanes, y el modelo de mosaico, que consistiría en fomentar la convivencia pero no la integración.