El Gobierno dictará un laudo si los conductores de autobuses no cumplen los servicios mínimos

No hay salida al conflicto salvo el arbitraje, preferentemente voluntario. Es el análisis que realiza Xavier Casas, primer teniente de alcalde y presidente de Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB), sobre la huelga de autobuses. TMB y el Ayuntamiento están convencidos de que el comité de empresa no tiene voluntad de negociar y califican de 'inadmisible' el coste social que representa el incumplimiento de los servicios mínimos.

'No se nos puede achacar que no queramos negociar. Es que no hemos podido negociar, que es distinto. Hemos cambiado la propuesta hasta siete veces en otras tantas reuniones en la mesa de negociación con los representantes de los trabajadores. Ellos, en cambio, no se han movido de la petición del 20%. Eso sólo quiere decir una cosa: que hay que ir al arbitraje porque no hay otra salida. Y nosotros hemos ofrecido la posibilidad del arbitraje voluntario en dos ocasiones y tampoco han querido', resume Casas cuando se le pregunta si la empresa -TMB-ha hecho todo lo posible por evitar un paro que está ocasionando graves problemas de movilidad a 280.000 personas que no tienen otra opción que el autobús.

El incumplimiento de los servicios mínimos de estas jornadas de huelga es calificado de absolutamente abusivo: 'Es que el 20% de la población no tiene otra alternativa. Se está impidiendo la movilidad. Y además, ¿con qué fin? ¿Para acabar con un laudo obligatorio se tiene que molestar a tanta gente?', inquiere Casas.

Las jornadas de paro indefinido sin servicios mínimos están empezando a ocasionar costes económicos y otros impactos en la ciudad. Según Casas, las jornadas de huelga de principio de este mes supusieron un coste de 600.000 euros (100 millones de pesetas), sobre todo por los desperfectos que sufrieron un centenar de autobuses. 'Ahora, en los días que llevamos, calculamos que el coste diario es de 250.000 euros', apunta.

Cuestión aparte es el incremento del tráfico de vehículos particulares que está acarreando el paro de los autobuses: se ha calculado en 45.000 desplazamientos al día, esto es, un incremento del tráfico del 5%. 'Pero lo peor no es el coste económico global, sino lo que supone para las personas afectadas. En TMB y el Ayuntamiento no podemos hacer más que incrementar el servicio del metro y pedir a los otros medios de transporte, como Ferrocarrils de la Generalitat, que hagan lo mismo mientras dure esta situación', prosigue Casas.

Lo que también está claro es que ni TMB ni el consistorio piensan ceder a las pretensiones de los trabajadores porque están convencidos de que son inadmisibles. '¿Qué administración pública ha aplicado un incremento del 20% o del 10%? ¿Qué empresa privada lo ha hecho?', se pregunta Casas. Y contesta: 'Ninguna'.

Luego expone otras razones para no dar el brazo a torcer: 'Nosotros estamos limitados por el presupuesto, por el contrato programa de transportes, no podemos fijar alegremente una subida salarial que, además, se escapa a todos los marcos de negociación e incluso a los compromisos entre patronales y sindiciatos, que no sitúan las subidas salariales más allá de la inflación más un punto'.

Casas se refiere al reciente conflicto, también de autobuses, vivido en Madrid, que acabó con el laudo obligatorio. 'El incremento que pedían los trabajadores era de 75 euros y la empresa se quedó en 35. Finalmente, el incremento fijado por laudo fue de 48. Pero es que aquí la subida que se plantea es de 200 euros y no de 75. La diferencia es notable. Y más teniendo en cuenta que el convenio vigente en Madrid es inferior al de Barcelona', subraya Casas. Según el presidente de TMB, además, la empresa está creciendo.

En un año se han producido 300 incorporaciones nuevas y se ha renovado la flota. 'Todo eso quiere decir que es una empresa que crea puestos de trabajo, y eso también se debe tener en cuenta cuando se plantean posiciones tan drásticas', concluye.