El Centro Guerrero de Granada, eje de la vanguardia artística a los 2 años de su apertura

Si el pintor José Guerrero (Granada, 1914-Barcelona, 1991) fue un revolucionario del arte en vida, la fundación que hoy lleva su nombre comienza a ser un revulsivo en la vida cultural granadina. Inaugurado hace dos años por los Reyes de España, el Centro José Guerrero no sólo ha acogido en los últimos meses algunas de las exposiciones más vanguardistas del país, sino que ha comenzado a involucrar en sus proyectos multidisciplinares a escritores como Antonio Muñoz Molina o a estudiosos como Robert Rosenblum. Más de 90.000 personas lo han visitado ya en dos años de existencia. Granada comienza a despertar al vanguardismo.

Exposiciones como la que el año pasado unió los nombres de Willem de Kooning y Guerrero, o como la que hace unos meses convulsionó a la ciudad con la visión fotográfica de Richard Avedon sobre el oeste norteamericano han hecho que el centro se haya situado en la primera línea de las propuestas artísticas. Ahora acaba de asociarse con el Museo Artium, de Vitoria, y el Museo Marco, de Vigo, dos centros punteros en el arte contemporáneo, para formar una red de producciones y propuestas propias.

'Creo que el centro ya es un referente del arte contemporáneo en todo el país' afirma la directora del museo, Yolanda Romero, 'porque se trata de un tipo de institución diferente al de las grandes opciones que hay. No buscamos tanto organizar exposiciones espectaculares como algo mucho más medido, más acorde con el propio Guerrero y su obra. También queremos dedicarnos no sólo a la pintura, sino a otras artes, como la música contemporánea'.

Ubicado junto a la catedral, en lo que fue su antiguo estudio de pintura, el centro mantiene una exposición permanente de Guerrero que incluye algunas de sus obras más importantes, como La brecha de Víznar o Sombras. Se trata de cuadros inmensos, verdaderos golpes de color, arrebatos inconcebibles de pintura que impresionan al visitante como un portazo. Como afirma Ignacio Henares, uno de los grandes expertos en la obra de Guerrero, el pintor supuso en su día 'la definitiva liberación de la pintura de cualquier atadura o convención, la declaración de la autonomía del color, de su plenitud luminosa y espacial'.

Además de la colección permanente, el museo acoge exposiciones temporales de artistas amigos y contemporáneos del pintor granadino como De Kooning o Avedon. Ahora mismo exhibe la muestra Rojo de cadmio nunca muere, de Miguel Ángel Campano, discípulo del artista. El número de visitantes viene a refrendar el interés que ha despertado el centro

'Para nosotros', señala Romero, 'el número de visitantes no es algo que nos preocupe. Al contrario, más que la cantidad, lo que queremos es que haya visitas de calidad, de gente realmente interesada en la obra de Guerrero'.

El museo ha decidido establecer visitas escolares para que los niños comiencen a familiarizarse con la pintura contemporánea. Hasta ahora, ya han participado en esas visitas más de 60 colegios de Granada y su provincia. Y ahora se propone poner un funcionamiento un autobús itinerante que difunda el arte por los pueblos.

Entre las actividades que ha comenzado este año, destacan los seminarios en torno a determinados asuntos. El primer ciclo fue el dedicado al color en el que, desde diferentes perspectivas y vivencias, intelectuales de la talla de Muñoz Molina, Mateo Revilla (director del patronato de la Alhambra), Ángel González o Robert Rosenblum ofrecieron diversas conferencias.

La idea de Yolanda Romero es dar cabida, desde las diferentes salas del museo (en las que están incluidas las de otro centro, el Palacio de los Condes de Gabia) a los jóvenes artistas granadinos que inician su carrera. Ya hay una propuesta de exposición que recorra el país. 'Lo que queremos es que su obra se divulgue y tenga repercusión no sólo nacional, sino internacional'. El centro se dispone a abrir sus puertas a jóvenes guerreros que también quieren liberar a la pintura de sus ataduras.