Alivio y condena
Coche bomba en la Universidad de Navarra, la del Opus. Me acuerdo de personas concretas, con su nombre y su mirada. Lo siento por ellos. No hay víctimas mortales; algunos heridos y cuantiosos daños materiales. El aviso ha llegado a tiempo y ha sido preciso. Algo es algo. No desprecio la diferencia, pero sigue siendo pura estrategia, o simple fortuna. Pan para hoy y hambre para mañana.
Vuelve la mínima tranquilidad y, con ella, la desazón de fondo, la desilusión, el hastío. Otra vez lo mismo, ¿hasta cuándo nos mereceremos esto? ¡Qué digo merecer! ¿Hasta cuándo nos obligarán a soportar su peculiar dictadura? ¿Quién podrá sentirse libre si nunca ha hecho la prueba de decirles no?
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