_
_
_
_
LA CRÓNICA
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Cosas sencillas

- Divinas palabras. Hotel Majestic, presentación del juego de mesa Dabol, ideado por dos inventores de juegos de mesa llamados Víctor Català y Johan Cruyff. Meditemos, hermanos, sobre la profundidad de estas palabras. Hotel Majestic: hotel king-size sito en el paseo de Gràcia. En la posguerra gore, en sus aledaños se realizaban concentraciones fachas en protesta por el carácter anglosajón del nombre del hotel. Querían que se llamase hotel Majestuoso. O Mayestático. O Magefesa. Chorrocientos años después, el hotel está en el mismo sitio y con el mismo nombre. Sorprendentemente, las mayorías silenciosas contemporáneas cantan perfectamente en inglés yurops livin a zelebreichon. Sign glory transit etc. Víctor Català no es el autor de Solitud, si no todo lo contrario. Es decir, es el autor de varios juegos sociales de mesa. Johan Cruyff es, a su vez, el Harold Bloom del fútbol. Es el canon. Con el aliciente agregado, frente a Bloom, de que no revindica para el canon a Salvador Espriu. Es más, yo diría que el Barça post-Cruyff se parece sobremanera a la obra de Espriu en que es una construcción del lenguaje que zzzzzzz. Vaya, intentaba hablar de Espriu y del Barça y me he quedado ceporro. Por otra parte, el juego Dabol es un juego de mesa que va de fútbol, suponiendo que el fútbol no sea, por sí solo, un juego de mesa.

Cruyff, muy en su papel, asegura que en el juego, como en el fútbol, 'se permite todo lo que no se ve'

- Inciso: los juegos de mesa. A menudo, por ejemplo, cuando finaliza una comida, la gente se queda en la mesa y habla de fútbol. Sobre la mesa, en esos momentos, se extienden cosas sencillas y bellas y frágiles, que quizá no son el fútbol. Si uno lo piensa, los trastos que quedan sobre la mesa tras una comida son una pequeña biografía. Con las palabras que quedan extendidas sobre la mesa, igual sucede lo mismo. Vaya, ya ha empezado la solemne presentación del juego.

- Juegos de palabras. Un señor de la prestigiosa firma Diset, especializada en juegos de mesa -si uno quiere pasárselo bien sobre una mesa, debe recurrir al parecer a la firma Diset o, si cuela, proponer una variante de la escena de la mesa de El cartero siempre llama dos veces-, se hace eco del gran número de periodistas en la presentación de Dabol -'hay más gente que en la presentación del Trivial en 1986'-. Posteriormente nos ilustra ante el concepto el juego Dabol es la pera. Perla: definiendo este juego sobre el fútbol, igual fue y definió el fútbol: 'Es novedoso, divertido, sencillo, no muy largo y globalizable'. Víctor Català explicó la génesis del juego, el estado en el que se lo entregó a Johan Cruyff, y lo que hizo Cruyff con el juego. 'Le gustó el juego. Dijo que tendríamos que simplificarlo más'. Y, ñaca, habla Johan Cruyff. Cruyff es como Bin Laden. Cuando habla, hay que descodificar todo lo que dice. No se lo pierdan.

- El juego. 'Víctor Català ha hecho el 80% del juego. Yo sólo lo he simplificado'. Por lo visto la cosa consiste en un tablero en forma de campo de fútbol. Dos jugadores disponen de 16 futbolistas. Cada jugador puede elegir el carácter y la técnica de los chicos de su plantilla. 'Puedes elegir un tío más elegante, más defensivo, o un delantero un poco falso'. Cada uno de los futbolistas tiene cuatro posibilidades de conducta. Movimiento, pase, corte y remate. 'De hecho, en el fútbol sólo se pueden hacer esas cuatro cosas. El resto de cosas existen, pero no tanto' -es posible, por tanto, que no merezca la pena apuntarlas en una libreta-. 'Hay muchos sabios en el fútbol. Con este juego he querido provocar a esa gente que se cree entrenador, para que lo sea'. Luego puntualiza que el juego es una respuesta a la gran carencia contemporánea del fútbol, esa cosa a la que antes jugabas con tus amigotes en la calle. '¿Cómo se puede juntar la gente otra vez? Con este juego, se puede juntar en la cocina'. Características del juego -nota: la primera es un poema de Gabriel Ferrater, es decir, de todo lo contrario a Espriu-: 'Es divertido. Y no hay nadie que lo pueda enseñar. Es como cuando eras pequeño'-nota: lo dicho, te dice que son dos versos del In memoriam y tragas-. Instrucciones: a) 'puedes hacer diversas tácticas. Y además, cuando más te conviene' -lo cual es una buena definición del concepto táctica-, y b) 'el mejor jugador es quien falla menos, como en el fútbol'. Otro paralelo con el fútbol: 'Es un juego, es para disfrutar'.

- Como en el fútbol. Finaliza la presentación. Se inaugura una rueda de prensa. Un periodista: '¿Jugarías con un 4, 2, 3, 1?'. Cruyff: '¿Eso es una suma?'. Otro: '¿Cómo jugarías tu al juego ese?'. Cruyff: 'Con un delantero atrasado. Pero depende del contrario'. Posteriormente, se realiza el tute de fotografías con los dos inventores del juego simulando una timba de Dabol a las cuatro de la madrugada. En eso, Cruyff, se mete muy en su papel y hace trampa descarada. 'Como en el fútbol, también se permite todo lo que no se ve'.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_