Andoni Euba reivindica la importancia creativa de todo el proceso pictórico

Si hay una constante en la trayectoria de Andoni Euba (Bilbao, 1962) es su empeño en investigar el aspecto procesual de la obra artística. 'Uno de los caminos para crear hoy una imagen novedosa es ser sorpresivo en todo el proceso, desde las ideas, los conceptos que se manejan, hasta los materiales y los soportes', dice. El artista muestra en la Galería Altxerri de San Sebastián (Reina Regente, 2) una veintena de óleos sobre aluminio que sirven como ejemplo.

La exposición, titulada La espina dorsal, resume el trabajo desarrollado por el artista en Bilbao en el último año y medio, a su regreso a esta ciudad tras pasar seis años en San Francisco. Son cuadros de formas abstractas -dos óleos sobre tela y 23 sobre aluminio- pintados de forma pasional, vital, 'como podría trabajar un pintor de una tendencia de carácter expresionista', en palabras del propio Euba. Pero existe un salto entre ese proceso y la imagen final del lienzo, que parece haber sido creado tecnológicamente. ¿Cómo consigue esa imagen fotográfica, casi digitalizada? 'Utilizo', responde, 'los elementos tradicionales del pintor, pero los hago más sofisticados. Fabrico brochas o espátulas con unas características determinadas para que se puedan conseguir resultados novedosos'.

Todo porque Euba -al que representan la Galería Jay Grimm de Nueva York y la Catharine Clark de San Francisco- es de los que creen que la novedad, la sorpresa artística, se logra siendo original en todo el proceso creativo, desde el momento mismo en que surge una idea hasta la elección del material.

En todo caso, el objetivo último de su obra no es sorprender, sino 'reflexionar sobre aspectos ideológicos y del pensamiento que para mí tienen importancia'. Y extrae una metáfora de su propia pintura para aplicarla a la vida: 'Ese salto que hay entre cómo están realizados los cuadros y la imagen que resulta evidencia para mí que no necesariamente tiene que haber una linealidad entre cómo actuamos las personas para conseguir un mismo fin, que se puede llegar a un resultado por caminos muy personales y no trazados antes'.

Euba tiene muy claro que como artista no puede eludir en su obra el momento en el que vive. 'Un pintor tiene que competir con toda la imaginería que nos rodea, con el cine, con la fotografía, con las imágenes generadas digitalmente...', asegura convencido. 'Pero utilizando los recursos, los argumentos que tienen estos medios para ponerse a su nivel'.

El artista ha recurrido últimamente al aluminio -pintado de blanco- que se usa en Alemania como soporte de presentación de las fotografías en las galerías. Refuerza así el aspecto tecnológico, digitalizado de la pintura, a través de un material que además se dobla y permite plegar la pieza en las esquinas de las paredes. De esta forma, enriquece el efecto visual de sus cuadros -básicamente realizados a partir del negro y el azul-. 'Dependiendo de la perspectiva del espectador -si mira desde arriba o desde un lateral-, varía la imagen, de tal manera que las líneas quebradas pueden parecer rectas y viceversa'. Líneas de formas, en ocasiones ovaladas, e inspiradas en el aura de la Virgen de Guadalupe, la patrona de México. El artista no es creyente, pero le interesó la idea plasmada en una estampita que cayó en sus manos y guarda en su cartera. 'El aura, el fondo es para ellos tan importante como la propia imagen de la virgen'. Él realiza su trasposición particular a la vida y reflexiona con su pintura: 'El contexto en que uno se desenvuelve es determinante'.