Carod pide la expulsión del imam de Premià

El secretario general de ERC, Josep Lluís Carod, afirmó ayer que los líderes religiosos incapaces de respetar al país que los acoge debieran ser expulsados, tras lamentar 'la actitud intolerante y antidemocrática del imam de Premià de Mar, que se niega a hablar con la alcaldesa de la localidad por ser una mujer y que protesta cuando se habla en catalán'.

Carod advirtió al Gobierno de Convergència i Unió (CiU) que 'debe poner orden' en materia de inmigración, y aseguró que para evitar conflictos como el de Premià de Mar debe cumplir una resolución del Parlament que prevé negociar convenios con las diversas comunidades religiosas.

El máximo dirigente de ERC agregó que los inmigrantes y sus dirigentes religiosos deben tener reconocidos los mismos derechos que los demás ciudadanos, pero también tienen obligaciones, y la primera de ellas, a su juicio, es respetar al país que los acoge y no fomentar actitudes intolerantes, integristas y antidemocráticas.

En este último caso se encuentra, a juicio de Carod, el imam de Premià al defender 'actitudes públicas intolerantes, machistas, reaccionarias, integristas y anticatalanas', y añadió: 'Los líderes religiosos que abusan de su autoridad y de su capacidad de influencia sobre sus seguidores para predicar valores antidemocráticos no merecen vivir entre nosotros'. Por esta razón, dijo, 'si hay que iniciar procesos de expulsión, este tipo de líderes con comportamientos más propios de una secta que de una confesión religiosa, deberían figurar en los primeros puestos de la lista'.

En esta línea, apuntó: 'Si hace años que no aceptamos intromisiones de la Iglesia católica en las decisiones políticas que afectan a toda la sociedad, tampoco vamos a aceptarlas ahora de otra religión'.

En opinión del principal dirigente de ERC, resulta inadmisible que cuando la máxima autoridad democrática en el municipio, la alcaldesa, la socialista Maria Jesús Fanego, trata de negociar con la comunidad musulmana, el citado imam 'tenga la desfachatez de volverse de espaldas porque es una mujer, o que cuando se desarrollan actos públicos proteste cuando se habla en catalán'.

El dirigente republicano no fue el único en levantar la voz a propósito de este asunto. El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, arremetió duramente contra el líder de la oposición socialista, Pasqual Maragall, a quien acusó de 'demagogo' y de desconocer el problema de la inmigración.

Estas palabras del líder nacionalista eran una respuesta a las acusaciones que Maragall lanzó el pasado sábado contra los gobiernos del PP y de CiU. 'Las derechas están encantadas con la inmigración porque les da mano de obra barata, caen los salarios y encima obtienen más votos', dijo Maragall. Pujol mostró su disgusto por estas acusaciones y afirmó que son 'una maragallada' inconsecuente con la defensa de 'papeles para todos' realizada por los socialistas.

La amplia difusión que la televisión autonómica dio a estos ataques de Pujol contra Maragall provocó la consiguiente réplica del primer secretario del PSC, José Montilla. Éste consideró 'lamentable' que un presidente de la Generaalitat 'sea capaz de mentir en cuestiones como ésta'. Aseguró que Pujol sabe que 'ni Maragall ni ningún dirigente socialista ha pedido nunca papeles para todos', Y también sabe, agregó, que el PSC reclama desde hace muchos tiempo un pacto de todos los partidos para afrontar los problemas de la inmigración, que no se ha alcanzado porque Pujol lo ha rechazado.