Una grúa sin licencia se desploma y mata a una mujer en Barcelona

Una mujer de 27 años falleció ayer en Barcelona al caerle encima una grúa montacargas que había sido instalada en unas obras que no tenían permiso municipal. Los hechos ocurrieron a la una de la tarde, cuando la mujer pasó por debajo de la grúa, colocada en un tercer piso de la calle de Méndez Núñez, y por razones desconocidas el elevador se precipitó al suelo. Los dos trabajadores que manipulaban la grúa fueron detenidos.

La fallecida en el accidente es Montserrat L. C., y residía en el distrito de Sants-Montjuïc. Testigos presenciales explicaron que la mujer fallecida estuvo caminando por la zona minutos antes para realizar unas compras. Al regresar a casa pasó por debajo del número 13 de la calle de Méndez Núñez, donde le cayó el montacargas, que constaba de una viga y una polea elevadora a motor. Se da la circunstancia de que en la misma zona, a un centenar de metros de donde ayer falleció Montserrat L. C., en la calle de Trafalgar, el 6 de mayo de 1997 se desprendió un trozo de cornisa y mató a Carmen Esquerra, de 37 años.

Una vecina de la calle de Méndez Núñez explicó ayer que uno de los trabajadores estaba en el tercer piso junto a la grúa y otro en la acera, y que éste, a pesar de percatarse de que la grúa se estaba desprendiendo, no tuvo tiempo de avisar ni salvar a la mujer.

El Ayuntamiento certificó poco después del accidente que ni la grúa siniestrada ni las obras a las que servía tenían licencia municipal. El gerente del distrito de Ciutat Vella, Josep Maria Lucchetti, explicó que la licencia fue solicitada el pasado día 3 de mayo, pero el Ayuntamiento aún no había respondido a la petición.

'El expediente de petición [de la licencia de obras] era correcto, por lo que probablemente el permiso hubiera sido concedido, pero todavía no había finalizado el trámite', dijo ayer Josep Maria Lucchetti. El gerente del distrito insistió en que en la licencia solicitada no constaba la instalación de grúa ni montacargas alguno en la fachada del edificio.

Lucchetti aclaró que en Barcelona sólo se conceden licencias para colocar este tipo de mecanismos -en referencia a la grúa montacargas que cayó a la calle- si 'su montaje es correcto y, además, se delimita una zona de protección'. El gerente del distrito de Ciutat Vella aseguró que la grúa que se desplomó ayer no cumplía ninguno de estos requisitos básicos, puesto que su montaje 'era muy inestable'. Los técnicos que inspeccionaron las obras de reforma del piso y el montaje de la grúa no dudaron en calificar de 'chapuza' la forma en que se instaló el elevador en el balcón del tercer piso, donde se realizaban las reformas.

Representantes del Ayuntamiento de Barcelona ya avanzaron ayer por la tarde que, 'de confirmarse las irregularidades', se iniciarán actuaciones administrativas contra los propietarios del piso que había contratado las obras por realizarlas sin esperar a conseguir el permiso municipal preceptivo.

Aparte de la actuación municipal, el titular del juzgado número 32 de Barcelona ordenó a la policía la detención de los dos albañiles que trabajaban en las obras de reforma, uno de los cuales, de nacionalidad chilena, huyó justo después del accidente. El primer detenido fue el español M. C. M., trabajador autónomo y encargado de la obra, quien, al parecer, había contratado verbalmente al chileno D. A. R. A.

Horas después la policía detuvo al huido, quien dijo que abandonó el lugar de los hechos por indicación expresa del primer detenido y no porque huyera. En medios de la investigación se apuntaba ayer que la causa de su huida, presuntamente, se debió a que seguramente carecía de permiso de residencia en España. En cambio, otras fuentes señalaban que D. A. R. A. tenía sus documentos perfectamente en regla.

Los dos detenidos permanecían anoche en las dependencias de la Jefatura Superior de Policía -cercana al lugar de los hechos- a la espera de pasar a disposición judicial acusados de un delito de homicidio por imprudencia. El propietario de la vivienda declaró ante el juez a primera hora de la tarde de ayer.

El Ayuntamiento de Barcelona puso a disposición de la familia de la víctima ayuda psicológica y apoyo para la tramitación de los servicios funerarios.