Las compañías salieron a la calle huyendo del teatro burgués

Axioma, la compañía almeriense que Carlos Góngora y Gloria Zapata crearon en 1973 junto a una treintena de universitarios, ha tenido que sobrevivir no sólo a la precariedad del mundo del teatro sino también a su aislamiento geográfico. De los otros grupos andaluces que llevan trabajando más de 20 años, cuatro están en Sevilla y uno, La Zaranda, en Jerez (Cádiz).

'Al principio, nuestros objetivos eran más ideológicos que escénicos. En 1974 comenzamos con el teatro de calle, como una alternativa al teatro burgués y comercial de entonces. Ahora se hace un teatro sin compromiso, mercenario', comenta Carlos Góngora (Almería, 1953). Axioma, dueña de un estilo de espectáculos que combinan música en directo y efectos especiales, tiene además una escuela y de sus talleres en el barrio de La Cañada han salido siempre los artilugios con los que conquistan las calles. Actualmente tienen cuatro espectáculos en cartel en los que participan 24 actores.

La necesidad de expresar su propia identidad ha marcado desde su origen, en 1978 en Jerez, a La Zaranda. Teatro Inestable de Andalucía La Baja. Paco Sánchez, director del grupo, y el actor Gaspar Campuzano, son los que quedan de la primera formación que a partir de 1985 con Mariameneo, Mariameneo se abrió a escenarios internacionales. 'De aquellos primeros años nos queda la ilusión intacta. Seguimos empeñados en hacer el teatro de lo que nosotros somos y sentimos. Sin embargo, las giras por América han hecho madurar a nuestro teatro de raíz. Somos como los cantes de ida y vuelta', dice Paco Sánchez. El director de La Zaranda asegura que no le importaría volver a empujar el milquinientos con el maquillaje puesto porque se habían quedado sin gasolina, como le ocurrió a finales de los setenta cuando fueron a un pueblo con Esconder la gallina que vienen los cómicos y no tenían ni un lavabo para desmaquillarse.

El teatro popular es la base de La Jácara, la compañía creada en Sevilla en 1979 y que dirige Alfonso Zurro (Salamanca, 1953). El grupo, que desde entonces ha realizado una producción cada año, partió también de un aula universitaria.

'Entonces el teatro nacía muy cerca de grupos políticos de izquierda. En nuestro caso, del Partido Comunista. Teníamos ese punto de ingenuidad que nos hacía pensar que podíamos cambiar las cosas a través del teatro', recuerda Zurro. 'Hemos actuado en pueblos en los que la gente sacaba las sillas de las casas y las colocaba en la plaza. Recuerdo una vez que una familia sacó hasta el sofá de skai y se sentaron siete', añade Zurro.