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Reportaje:

A por la medalla del A400M

Gobierno, Junta y Ayuntamientos rivalizan por mostrar sus méritos en lograr el proyecto aeronáutico

Alejandro Bolaños

Dos semanas de competición han bastado para comprobar que nadie quiere quedarse rezagado en la carrera por apuntarse el tanto del A400M. Tras la decisión de EADS de ensamblar y entregar su avión de transporte militar en Sevilla, todas las Administraciones posibles se han sometido, siempre delante de cámaras y micrófonos, a pruebas voluntarias de paternidad que demuestran invariablemente su aportación fundamental al proyecto.

La ministra de Ciencia y Teconología, Anna Birulés, tomó ventaja en los primeros metros. Birulés fue la encargada, el pasado día 6, de anunciar la buena nueva. El consorcio europeo decidió que Sevilla, además de la planta de ensamblaje, albergará el centro de entrega del A400M, lo que la convierte en la tercera ciudad de referencia de los proyectos Airbus tras Hamburgo (Alemania) y Toulouse (Francia). Pero la reunión se celebró en Berlín, acabó tarde y a los medios de comunicación no llegó ninguna valoración política del Gobierno.

Birulés explicó las inversiones rodeada de cargos del PP. Sánchez Monteseirín organizó en una semana un viaje a Toulouse, la 'capital' de Airbus

El día después del anuncio de la ministra, el consejero de Empleo, José Antonio Viera, acaparó el impacto mediático. Viera se esforzó por dar la sensación de estar fuera de la carrera -'se ha hecho un buen trabajo por parte de todos'- y, en un inaudito alarde de juego limpio, reconoció los méritos de Birulés y el ministro de Defensa, Federico Trillo. Pero lo cierto es que encadenó una entrevista con otra y culminó su exposición sobre lo que ha ofrecido la Junta para captar el A400M en la conferencia de prensa que se celebró tras el Consejo de Gobierno. En ella, el asunto fundamental debía ser el decreto de ayudas a la creación de empleo, pero Viera aprovechó una pregunta sobre el avión de transporte militar para cambiar de rumbo.

Anna Birulés se trasladó a Sevilla tres días después, el viernes 10 de mayo, invitada por la CEA para explicar el proyecto. Cuando las cámaras empezaron a grabar, en la mesa de la ministra desaparecieron los empresarios y fueron reemplazados por todos los escalafones del PP: la presidenta regional, Teófila Martínez, el presidente provincial, Ricardo Tarno, y el portavoz municipal, Jaime Raynaud. Birulés subrayó el decisivo papel de la Administración central en la adjudicación del A400M a Sevilla. 'Esto es una muestra de la apuesta del Gobierno por Andalucía', remachó. En la foto, Martínez, Tarno y Raynaud despejaban cualquier duda sobre el color político del Gobierno.

En la pugna entre las Administraciones mayores, los Ayuntamientos empezaron a abrirse a paso. El delegado de la Gerencia de Urbanismo de la capital, Rafael Carmona (PA), recordó que el consistorio hispalense había puesto 3,6 millones de euros para 'no poner en peligro' la instalación de EADS en suelos del Ministerio de Defensa. Y que estaba en negociaciones con la empresa Sando para ubicar en una parcela anexa a estos suelos, en el municipio hispalense, un parque para la industria aeronáutica.

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Al anuncio de Carmona, respondió el alcalde de La Rinconada, Enrique Abad (PSOE), quien salió en defensa del parque aeronáutico que impulsan su municipio y la Junta desde hace cuatro años para alojar a esa industria auxiliar. 'La idea de Carmona roza el absurdo', afirmó Abad. Viera recurrió a la condescendencia y la calificó de 'anecdótica'.

El alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín (PSOE), dio un golpe de hélice el viernes para situarse en cabeza y no dudó en sacrificar su fin de semana para viajar a Toulouse acompañado de periodistas para mostrarles una ciudad transformada por la aeronáutica. Allí, Monteseirín recordó que el A400M entró en su agenda al día siguiente de ser elegido alcalde y anunció un nuevo parque junto al aeropuerto de San Pablo.

El lunes, Monteseirín se encontró con que su viaje había suscitado las mismas críticas en el PP y en el alcalde de La Rinconada, compañero de equipo (socialista). Los populares volvieron a repetir jugada -se trajeron al ministro de Hacienda, Cristobal Montoro-, pero esta vez obviaron los mensajes subliminales. 'Ahora le pueden salir muchos triunfadores a la medalla, pero el verdadero ganador es el Gobierno del PP', proclamó Tarno.

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