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Tribuna:EL ESTILO DE TEÓFILA MARTÍNEZ
Tribuna
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Los gaditanos no somos así

El Partido Andalucista está muy preocupado, y no es para menos. Que el nombre de Cádiz salga a relucir en los medios de comunicación regionales asociado a los insultos y descalificaciones que nuestra alcaldesa es incapaz de reprimir, es algo que nos duele. Los gaditanos no somos así. Siempre hemos sido ejemplo de diálogo, buena educación, democracia y respeto, y ahora porque la persona que nos representa tenga una incontinencia verbal que no puede curar pudiera parecer que los ciudadanos de Cádiz aceptamos estas maneras, cuando no es así.

Yo soy portavoz del PA en el Ayuntamiento de Cádiz y quizás quien más ha tenido que soportar los insultos y epítetos deshonrosos que salen por boca de Teófila Martínez, pero ya estoy acostumbrado. Lo que no puedo aceptar es que estos comportamientos transciendan y el nombre de Cádiz quede en entredicho, porque es mi ciudad y por ella trabajo y lucho.

Hay gente que por tener miles de votos que la respaldan se creen que tienen patente de corso, que eso la legitima para hacer y deshacer, para comportarse como le da la gana. Desgraciadamente, hasta que no ha estado en el Parlamento andaluz no se ha dado cuenta Andalucía de la forma de conducirse de esta persona, y ahora los andaluces están asustados.

En los plenos municipales de Cádiz abusa de su condición de presidenta de la Corporación para, en lugar de moderar el debate, utilizar la ventaja de la última intervención para insultar y descalificar a la oposición sin dar opción a la réplica. 'Voy a compartir el turno de mi grupo', anuncia primero, y después construye un monólogo tedioso y sin contenido, edificado sobre los cimientos del acoso al contrario, sin aportaciones beneficiosas para la ciudad, que se prolonga en ocasiones durante media hora.

Si en el Parlamento andaluz no deja títere con cabeza, en el Ayuntamiento de Cádiz, donde puede utilizar la ventaja de una mayoría absoluta, arrasa y asola a la oposición con un huracán de descalificaciones malintencionadas (animal, tiburón, héroe de no sé qué guerra, etcétera), llegando incluso a dudar de la legitimidad de los jubilados a cobrar una pensión, o de la labor sindical en una empresa de algún concejal. Ése es el problema de Teófila Martínez. No conoce los límites de la crítica política y entra en el terreno de lo personal, porque para ella 'todo vale'.

Es difícil ser concejal de la oposición en este ambiente hostil. Hay ocasiones en que apetece tirar la toalla porque hay quien, como es mi caso, no depende de la política para vivir y si acepta un compromiso de esta índole es porque le preocupa su ciudad y quiere aportar su grano de arena para que ésta se desarrolle económicamente, progrese y elimine las altísimas tasas de desempleo que en la actualidad la catapultan al primer lugar en la lista del paro. Ser blanco de tanto rencor y disputas, muchas veces desanima.

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Ése es el juego de Teófila Martínez, desalentar y aplastar al que no comparte sus ideas a través de ofensas e injurias o bien a través de la amenaza de querellas. La denominada por los medios de comunicación como 'la dama del insulto' también utiliza la táctica de la querella como un medio de manipular a la opinión pública e intentar cargarse de razones. Después nunca las interpone, sólo las anuncia, para que la sociedad crea que es una víctima que no tiene más recurso que acudir a la justicia para poder defenderse, cuando a la vista está que ella se defiende muy bien atacando primero. A mí me ha amenazado con unas cuantas que no fueron más que una cortina de humo y, sin embargo, me han llevado a juicio por otras ridiculeces que precisamente por ser tan irrisorias han sido desestimadas.

Para nosotros no es nada nuevo. Estamos hartos de denunciar esta forma torticera e injustificable de hacer política, y a pesar de que nadie nos hace caso hemos resistido y nuestro trabajo jamás se ha paralizado. A los propios gaditanos nos abochorna ver que esta actitud también la están viendo el resto de los andaluces. Pero que sepa Andalucía que Cádiz no es así, sólo algunos que nunca han vivido en Cádiz.

Julio Braña Pino es portavoz del PA en el Ayuntamiento de Cádiz

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