Las obras de la nueva sede de la Filmoteca empezarán con al menos un año de demora
La Filmoteca estima 'excesivamente conservacionista' la reclamación
Las obras de la nueva sede de la Filmoteca Vasca, que se ubicará en la antigua Fábrica de Gas de San Sebastián, comenzarán con al menos un año de retraso. Los responsables de la institución pensaban haber comenzado los trabajos entre fines de 2001 y principios de este año.
Pero, por esas fechas, la Asociación Vasca de Patrimonio Industrial y Obra Pública solicitó al Departamento de Cultura que estudiase la posibilidad de proteger los tres edificios contiguos que albergarán las nuevas instalaciones. Esta petición paralizó el proyecto, a la espera de la respuesta del Ejecutivo, ya que su decisión puede obligar a introducir cambios en el diseño inicial.
Mientras, el calendario avanza y el inicio de las obras, presupuestadas en 4,09 millones de euros, está previsto ahora para finales de este año o comienzos del entrante. Ya no se cumplirá el sueño del presidente de la Filmoteca, Martín Ibarbia, de estrenar sede en mayo de 2003, coincidiendo con el 25º aniversario de la entidad. En su futura ubicación, la Filmoteca multiplicará por ocho su espacio actual.
La entidad presentó el 31 de octubre pasado el diseño de su nueva sede, obra del arquitecto donostiarra Joaquín Montero. El propio autor explicó entonces que había optado por cubrir la nueva instalación con una urna de cristal como metáfora de la actividad de 'conservar', tanto películas como la memoria de las viejas fábricas de gas. Su diseño conserva los muros de los tres edificios de la antigua factoría, aunque transforma parte de su interior.
Este planteamiento arquitectónico le pareció 'excesivamente agresivo' a la Asociación Vasca de Patrimonio Industrial, que considera 'muy buena idea' que la fábrica acoja la Filmoteca, siempre y cuando se respeten los edificios. A fines del año pasado, la asociación pidió a Cultura que analizase la posibilidad de catalogar los tres inmuebles: el edificio de oficinas o casa del guarda, de 'arquitectura neovasca'; la nave central o fábrica y el laboratorio. La asociación defiende la conservación de los tres, pero resalta sobre todo el 'interés' de los dos primeros, según el aparejador y miembro de su directiva Joaquín Cárcamo.
Expediente en 1998
La consejería espera tener una respuesta 'relativamente rápida, en cuestión de un par de meses', tras lo cual la Filmoteca deberá superar otros trámites, como la aprobación del proyecto de ejecución definitivo o la adjudicación de las obras. Entre tanto, fuentes del departamento explican que si el Ejecutivo decide no proteger los edificios, el proyecto inicial de Montero 'no entraría en discusión alguna', pues en el momento de elaborarlo no tenía limitaciones. Por contra, si opta por catalogar todos o algunos de los tres inmuebles, sería preciso elaborar un régimen de usos que podría requerir alguna modificación del diseño original.
En cualquier caso, Cultura destaca que este primer diseño ya 'pone en valor los edificios', aspecto 'muy importante' desde el punto de vista patrimonial.
No es la primera vez que Cultura tiene que pronunciarse sobre la antigua Fábrica de Gas. En 1998, incoó expediente de protección para dos elementos de la instalación -el gasómetro y el gasomotor- con la propuesta de calificarlos como bienes culturales con la categoría de monumento, la máxima establecida. Esta diligencia no está cerrada definitivamente -aunque su sola apertura ya conlleva la protección de los elementos-, a la espera de que el Consejo de Gobierno le dé luz verde. El abogado de la Filmoteca, Jon Artatxo, recuerda que los tres edificios ahora en estudio no se incluyeron en dicho expediente de protección.
La Asociación Vasca de Patrimonio Industrial, junto a defender la conservación 'íntegra' de los inmuebles, aboga por que el gasomotor se instale en el interior de la nave central cuando se construya la Filmoteca, y plantea que el gasómetro se coloque en los terrenos adyacentes.
Ante este conjunto de peticiones, Ibarbia comenta que la institución que preside, 'como conservadora de materiales, tiene una sensibilidad muy especial con todo lo que sea respetar el patrimonio'. Ahora bien, opina que la asociación patrimonial mantiene una actitud 'excesivamente conservacionista'.
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