Inseguros y perdidos

Ante el éxito de algunas derechas, muchos intelectuales y políticos progresistas reaccionan con estupor, lo que permite constatar que la izquierda (...) ha perdido el contacto con una parte importante de su electorado, pero ya hace veinte años que empezó ese proceso, cuando las antiguas promesas de la política resultaron inadecuadas para una sociedad rica e informada. (...) Una parte del electorado deviene abstencionista. Otra parte recupera los sentimientos 'prepolíticos' y las demandas instintivas, muchas históricamente de derechas, como: 1) Seguridad: (...) como nuestra vida cotidiana es en general pacífica, (...) basta un atraco o un robo para sentirnos asediados. (...) 2) Inmigrantes: es inútil repetir que la sociedad multiétnica es una riqueza. (...) Las capas sociales menos favorecidas se sienten amenazadas, (...) y la izquierda no entiende que quien tiene menos cultura defiende con más fervor su propia pequeña cultura. (...) 3) Apocalipsis: la izquierda, en vez de estudiar los problemas se limita a tildar de racistas a los adversarios metiendo en el mismo saco a Haider y Bossi, Le Pen y Fortuyn. (...) 4) Patria: (...) No todos son capaces de comprender la grandeza de la Europa unida y temen que muchas identidades desaparezcan. (...) 5) Política: los reglamentos europeos y los imperativos económicos internacionales dejan poco espacio a las contraposiciones ideológicas. Los programas de los conservadores y de los progresistas son muy semejantes. Quien no se siente a gusto, o no vota o protesta. Votando a la extrema derecha, por ejemplo.