Pisos a la carpa
Una inmobiliaria gallega ofrece 3.000 casas en una instalación municipal de Aranjuez
Cuando el alcalde de Aranjuez, José María Cepeda, del Partido Popular, sale por la puerta principal del Ayuntamiento cada día, se encuentra de frente una enorme carpa municipal de lona. Está situada en plena plaza de la Constitución, una de las principales y más concurridas de este municipio ubicado en el sur de Madrid.
En su interior, tal y como comprobó este periódico, se vendían el pasado viernes viviendas de una promoción privada que se ubicará a las afueras de la localidad, en el nuevo barrio de La Montaña. Además, los promotores de las casas, la empresa gallega Fadesa, no pagan ni un euro por la ocupación del espacio urbano, algo que no ocurriría si cualquier otro vecino intentase abrir un negocio semejante a las puertas del despacho del alcalde.
Los promotores de las viviendas no pagan ni un euro por ocupar este espacio
Según Cepeda, él no tiene constancia de que en el interior de la carpa municipal se vendan actualmente pisos privados. Sin embargo, la oposición (los grupos municipales del PSOE e IU) piensa que sí lo sabe. 'No nos creemos que el alcalde no se haya enterado de las ventas de estas viviendas. Y si ha sido así, es que no se entera de lo que pasa enfrente mismo de este Ayuntamiento, lo demuestra el grado de descontrol municipal que existe ahora en Aranjuez', se quejan.
Esta historia comenzó en 2000, cuando el Gobierno regional de Alberto Ruiz-Gallardón compró 270 hectáreas a las afueras de Aranjuez para levantar sobre ellas un casino, hoteles, un campo de golf y 3.050 viviendas. Se buscaba revitalizar este área de Madrid mediante un gran complejo de juego, ocio y miles de pisos. El proyecto, tras un concurso público al que sólo se presentó una oferta, fue adjudicado a la constructora Fadesa y a la empresa Comar, especializada en juegos de azar.
Pero dos años después no se ha puesto un solo ladrillo. Sin embargo, los 3.050 pisos y chalets que allí se construirán ya están siendo comercializados, algo 'relativamente habitual', según Fadesa. Lo que es menos habitual es que el negocio se realice desde el pasado 17 abril en la citada carpa municipal.
El Ayuntamiento nunca le dijo a la oposición que iba a ser utilizada para vender pisos, sino para promocionar la ciudad. De hecho, así le fue comunicado al PSOE e IU cuando estos grupos municipales se interesaron por las llamativas lonas.
Pero el pasado viernes, según comprobó EL PAÍS, cualquier comprador interesado puede efectuar bajo la carpa municipal una reserva para su futura vivienda, si bien antes debe dejar la suma de 300 euros en caja. Si finalmente el visitante decide queno está interesado en adquirir una de las viviendas, la empresa gallega se compromete a devolverle el dinero.
A pesar de que los compradores deben dejar una señal para reservar su casa, Fadesa no ingresa nada en las arcas municipales por la ocupación del terreno público, según reconocen fuentes de la empresa.
Pero los responsables municipales niegan la mayor: en la carpa municipal, dicen, no se comercia ya con las parcelas, aunque reconocen que en los primeros días de su instalación sí se hicieron reservas 'debido a la gran demanda que hubo', según el propio José María Cepeda.
'Cuando nos enteramos de que se estaban realizando esos contratos, los detuvimos de inmediato. Si no, ¿qué dirían los otros constructores de Aranjuez?', se pregunta Miguel Ángel Gálvez, concejal de Hacienda.
Pero la opinión de la oposición es radicalmente distinta. 'Los responsables del Ayuntamiento han convertido lo que tenía que ser un punto de información en una oficina inmobiliaria de una gran empresa', denuncian los portavoces de IU, Fernando Cuerva, y del PSOE, Jesús Dionisio.
La Comunidad, cuyo logotipo figura como promotora inicial del proyecto, en el exterior de la carpa y en los folletos promocionales de las viviendas junto a los de Fadesa y el Ayuntamiento, no ha querido realizar declaraciones sobre el asunto.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.