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Un hombre mata a su esposa en Benejúzar y se lía después a tiros en el Ayuntamiento

Vecinos de la víctima afirman que el agresor era muy celoso y la había maltratado

El pueblo de Benejúzar (La Vega Baja) amaneció ayer conmocionado por otro episodio mortal de violencia doméstica. Juan H. F., de 33 años, supuestamente mató de un tiro a bocajarro en la cabeza a su esposa, Carmen H. C., de la misma edad, mientras ésta dormía. Luego se refugió en el Ayuntamiento, donde antes de ser detenido se lió a tiros contra el mobiliario de la oficina de la Policía Local, que sufrió múltiples desperfectos.

El crimen se produjo en el domicilio del matrimonio, de etnia gitana, en la barriada de El Secano de Benejúzar. Al filo de las tres de la madrugada, mientras sus hijos dormían, Juan H. F. cargó supuestamente su escopeta de cañones recortados y le descerrrajó un balazo a su mujer en la cabeza que le causó la muerte en el acto. Carmen, su mujer desde hacía 15 años y con la que mantenía una relación conflictiva, estaba durmiendo en el momento del asesinato, al igual que sus cuatro hijos, que ni siquiera oyeron el estruendo de la escopeta. Salvo el menor, de ocho años, quien sí escuchó el impacto y se levantó angustiado para despertar a su hermana mayor. Cuando los cuatro hermanos se dirigieron a la habitación de los padres, encontraron a Carmen tendida, sin vida, en la cama y con el cráneo destrozado.

El supuesto homicida salió huyendo de la casa y, transcurridas unas horas, se dirigió a la plaza del Ayuntamiento. En ese momento, los agentes de la Policía Local estaban rastreando las inmediaciones de la barriada donde se produjo el suceso junto a efectivos de la Guardia Civil. Juan H. F., según fuentes policiales, se desplazó al Ayuntamiento con la determinación de entregarse, pero se vio preso de la impotencia y forzó la puerta de las dependencias de la Policía Local.

Una vez dentro, y todavía en un estado de alteración, la emprendió a disparos contra el mobiliario hasta descargar ocho balazos en puertas, ventanas y ordenadores. El estruendo causó el pánico entre los sorprendidos vecinos de la plaza. El agresor trató luego de precipitarse por el balcón y amenazó con suicidarse en reiteradas ocasiones, hasta que los agentes lograron detenerlo en el segundo piso del Ayuntamiento. El presunto parricida fue trasladado al hospital Vega Baja en Orihuela para someterlo a un análisis físico y psicológico.

Aunque ayer todavía se desconocía el móvil del asesinato, vecinos de la barriada donde ocurrieron los hechos apuntan a los celos obsesivos del hombre como posible causa. 'Él ya había amenazado públicamente a su mujer y a su suegra y era sabido que existían malos tratos', dijo uno de ellos. La Policía Local de Benejúzar, por su parte, precisó que la relación de la pareja era 'conflictiva'. Las mismas fuentes explicaron que las desavenencias y los enfrentamientos del matrimonio eran de dominio público en el municipio, aunque Carmen no había formalizado ninguna denuncia por malos tratos. Fuentes policiales subrayaron, además, que el detenido había ingerido estupefacientes la noche del crimen.

Los cuatro hijos del matrimonio, dos chicos de quince y ocho años, y dos niñas de trece y de diez, estaban ayer consternados por el dramático suceso y no entendían la brutal acción de su padre. La mayor de los hermanos señaló que nada hacía prever este trágico desenlace, a pesar de las rencillas que pudieran existir entre sus padres. Juan H. F. permanecía anoche detenido en espera de pasar a disposición judicial.

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