Las entidades de voluntariado social buscan fondos en el sector privado
La Federación Catalana de Voluntariado Social (FCVS), que agrupa a 284 entidades, se ha propuesto 'diversificar' sus fuentes de financiación y buscar subvenciones en el sector privado. La federación pretende lograr de esta manera una mayor autonomía respecto a la Administración pública, que en la actualidad es prácticamente su única fuente de financiación. Los fondos que estas entidades de voluntariado reciben del Estado proceden de las donaciones de los ciudadanos que al hacer la declaración de la renta han optado por destinar un porcentaje a fines de interés social. La búsqueda de fondos privados por parte de la FCVS se centrará especialmente en las obras sociales de cajas y fundaciones.
Paralelamente a este intento de lograr una mayor independencia respecto a la Administración pública, las asociaciones de voluntariado social se proponen conseguir más participación en la toma de decisiones de los poderes públicos en materia social.
Maria Assumpció Vilà, presidenta de la Federación Catalana de Voluntariado Social, lamenta que en la elaboración de leyes o programas públicos destinados a las personas más necesitadas, 'las entidades que trabajan diariamente con esta realidad, y que, por tanto, la conocen muy bien, casi nunca son escuchadas'. 'Queremos dialogar y ser transmisores de las necesidades y los problemas que detectamos a través de nuestro trabajo diario', añade Vilà.
El plan estratégico de la federación para los próximos años prevé, asimismo, elevar de 284 a 400 el número de entidades asociadas, todas ellas dirigidas e integradas por voluntarios y dedicadas a atender las necesidades de los colectivos más vulnerables de la sociedad (disminuidos, reclusos, drogadictos, pobres, personas mayores, menores en situación de riesgo o inmigrantes, entre otros).
Más peso de la inmigración
Maria Assumpció Vilà explica que la inmigración adquiere cada vez más peso entre los colectivos atendidos, 'no sólo para las entidades de voluntarios dedicadas específicamente a este ámbito, sino también para las que trabajan en sectores como la pobreza, la vivienda, la salud o la infancia'. En este sentido, la Federación Catalana de Voluntariado Social considera que la 'profesionalización' de los voluntarios será cada vez más necesaria para ofrecer un servicio eficaz y de calidad.
Según datos revelados ayer por la federación, un 13% de la población catalana participa en programas de voluntariado de forma puntual o permanente. Un 90% de los catalanes considera que el movimiento de voluntariado 'es muy necesario' y un 87% cree que las entidades que trabajan en este terreno han de tener mayor participación en la elaboración de las políticas sociales. Entre los distintos ámbitos del voluntariado, el más significativo es el de carácter social.
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