Enorme y merecido éxito

Hace apenas siete años, Eva Amaral y Juan Aguirre comenzaban su carrera musical ascendiendo lenta, pero inexorablemente, desde los peldaños más bajos y humildes; es decir, tocando en pequeños bares de Madrid. Ahora, después de tres discos y merced al tercero y último, Estrella de mar, el dúo ha conseguido estabilizar un estatus en el que, incluso, han plantado batalla, y no la han perdido, al fenómeno televisivo y seudomusical de la temporada, logrando vender más de 200.000 copias.

En su presentación en directo en Madrid, con un llenazo espectacular, el dúo, merced a hacer las cosas bien, no defraudó y ofreció un concierto excelente en el que quedaron de manifiesto varios puntos: que Eva es una cantante extraordinaria, que cuando hay talento verdadero no se precisa el bombardeo promocional, que en la variedad compositora está el gusto, que, afortunadamente, aún quedan artistas dispuestos a desafiar al sonido único con propuestas personales que se burlan de la mercadotecnia homogeneizante. Enorme y merecido éxito para un grupo de calidad que, allá por donde actúa, siempre convence.