Chaves apunta en el Parlamento ocho bloques posibles para reformar el Estatuto de Autonomía

El presidente andaluz, Manuel Chaves, dio ayer un paso más en la concreción de su propuesta de reforma del Estatuto de Autonomía, pero sin quebrar su línea de prudencia ni envolverse en la bandera del nacionalismo. En su primera comparecencia específica desde 1990, el dirigente socialista apuntó ocho áreas de 'incidencias' estatutarias -entre las que destacan una nueva vía de financiación de la comunidad y cambios en la articulación territorial- y lanzó 13 ejes de debate en torno a la segunda modernización. Ninguna de sus ideas encontró eco en la jefa de la oposición, Teófila Martínez, para quien la reflexión es una 'trampa' para introducir una 'rimbombante operación de propaganda'.

Desde el principio claro que el PP quería evidenciar que consideraba la comparecencia de Chaves una mera 'historieta' al dejar sus escaños semivacíos hasta que le tocó el turno a Teófila Martínez.

Manuel Chaves -que ha tardado 11 meses en explicar en la Cámara los contenidos de la segunda modernización- propuso 'reflexionar' sobre ocho temarios con incidencia estatutaria, pero sin prejuzgar si va a servir para modificar la norma. La reforma del Estatuto 'o la de las leyes que lo desarrolla' no debe ser el 'punto de partida' del debate, sino la conclusión, aseguró.

Entre los temas lanzados destacan tres bloques: pensar sobre las 'vías que podrían permitir aumentar la autonomía financiera' de la comunidad; reflexionar sobre la articulación territorial, e incluir una referencia expresa a Gibraltar, 'sobre la previsión de mecanismos de colaboración específica en materia de acceso a servicios públicos' prestados por la comunidad. En el Estatuto no se cita siquiera la palabra Gibraltar y sólo hay una vaga referencia.

Las otras áreas sugeridas por Chaves aluden a la participación de Andalucía en 'la conformación de la voluntad estatal sobre las decisiones a adoptar en la construcción europea'; la 'garantía de las condiciones de vida' de los inmigrantes, situación no prevista en el Estatuto, mientras que sí hay referencias constantes a los emigrantes andaluces; los efectos de la revolución tecnológica en cuanto afecta a los 'derechos' de los ciudadanos y su implicación en los procedimientos electorales; las perspectivas de género en el Estatuto; y, finalmente, las reformas técnicas que los juristas llaman cosméticas, como la incorporación de las instituciones que se han creado en 20 años.

Pero antes de acotar el campo sobre qué aspectos habría que incluir en el Estatuto, Chaves se extendió en desmenuzar su propuesta de segunda modernización, no sin antes advertir a la oposición de que el debate de ayer no era el 'momento para hacer un balance de gestión'. Los 13 ejes persiguen obtener un diagnóstico de la situación para 'adelantarnos al futuro y poder diseñarlo sin improvisaciones', dijo Chaves, para 'situar a Andalucía en los vagones de cabeza' de la revolución tecnológica y de las regiones de la UE.

Ninguna de las palabras del presidente hizo mella en Teófila Martínez, quien -a tenor de la orientación de su discurso hacia el balance de la gestión- piensa dejar solo al PSOE con todas las banderas de los nuevos retos sociales. Nada más subir a la tribuna le espetó: 'Usted ha sido elegido para gobernar no para reflexionar'. Para la jefa de la oposición, la discusión estratégica formulada por el socialista es 'una operación rimbombante de propaganda', cuyo mero enunciado 'exige un acto de fe'. Se trata, agregó, de un 'truco', un 'cuento', un 'juego de ilusionismo' y una 'trampa para hablar de lo divino y de lo humano' presentada por un partido que 'místicamente se cree designado por la historia para gobernar en Andalucía'.

Martínez, de pasada, dejó claro que está más por 'el desarrollo pleno' del actual Estatuto en una 'España plural y común' que por su reforma, y casi toda su intervención la centró sobre la gestión 'desastrosa' de las últimas dos décadas del los gobiernos socialistas, así como en la denuncia de la falta de convergencia interna y económica de la comunidad.

En el turno de réplica, Chaves entregó el papel de látigo de la oposición al portavoz socialista, José Caballos, quien, en una intervención salpicada de interrupciones (aplausos y risas de los bancos del PSOE, frente a las protestas desde los del PP), atribuyó al PP la posición contraria a la autonomía que propugnó el 28-F de 1980 Alianza Popular: 'Piensan igual, lo único que han cambiado es el nombre'.