Amortiguada la reestructuración de la plantilla
Joan Gaspart ha abierto consultas con varios técnicos desde que accedió a la presidencia del Barcelona hace dos años. Pese a que en su primera temporada se decidió por Llorenç Serra Ferrer y en la segunda por Carles Rexach, el preferido del presidente siempre ha sido Fabio Capello. El entrenador italiano, sin embargo, ha apalabrado su renovación por el Roma después de que por segunda vez el Barça no haya formalizado por escrito su oferta. Una segunda alternativa permanente es Carlos Bianchi. Ocurre, sin embargo, que hay directivos, y entre ellos Gaspart, que consideran que contratar al argentino sería 'jugársela demasiado' por su desconocimiento de la Liga española y del concepto particular del juego. Un tercer técnico que está en el punto de mira es Víctor Fernández. A la junta le gusta cómo se despliegan los equipos del hoy preparador del Celta, pero en cambio le consideran un entrenador demasiado accesible a los futbolistas, falto de un mando considerado necesario para reordenar el vestuario azulgrana. También se ha especulado con el sueco Sven Goran Eriksson. Pero, de entre todos, Gaspart se queda con Van Gaal, buen conocedor de la nómina de jugadores barcelonistas, y que por tanto asumiría su grueso. En sus conversaciones con el presidente, el técnico holandés le habría solicitado un refuerzo por línea: un portero, un central, un medio y un delantero, y a cambio mantendría el nucleo principal del plantel.
El regreso de Van Gaal supondría seguramente la continuidad de la mayoría de holandeses, entre ellos Reiziger -en tratos para irse a la Premier League- y Frank de Boer, que exige dos años al Barça para renovar su contrato y el club sólo le ofrece uno. Alrededor de Kluivert existe mucha rumorología, entre otras razones, porque su comportamiento durante la temporada ha desquiciado a varios directivos que abogan por su traspaso. Una tesis que se extiende a Overmars, que la próxima semana se someterá a una intervención quirúrgica para limpiar su rodilla maltrecha. Uno y otro, sin embargo, tienen más opciones de quedarse si Van Gaal vuelve. Mucho más complicada es la continuidad de jugadores como el capitán Sergi -ayer se le practicó una artroscopia en un tobillo que le mantendrá unos dos meses de baja- y Abelardo -Gaspart se comprometió a renovarle por un año-; y prácticamente imposible la de Rivaldo. El brasileño ya tuvo un contencioso con Van Gaal en el Barcelona cuando se negó a jugar de extremo, u ocupando la banda izquierda, como le solicitaba el entrenador holandés. La directiva parece decidida a traspasar definitivamente a este jugador. El problema es encontrar un comprador que asuma su ficha aun rebajando la cláusula de rescisión. Una alternativa con la que se viene especulando es la cesión a otro equipo.
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