Van Gaal despide al capitán del Barça

'Sinceramente, espero que el Barça logre muchos éxitos...'. Y ya no pudo seguir. Sergi, el capitán azulgrana, cogió sus muletas -está lesionado- y, llorando, dio por acabado su monólogo y abandonó la sala de prensa del Camp Nou. Empujado por el técnico, Louis van Gaal, que ya le criticó por ser bajito tras aterrizar en 1997 en el Barça, Sergi puso así fin a 15 años en el club, nueve en el primer equipo. El holandés ya quería echarle en 2000 y estaba escrito que seguiría los pasos de Abelardo. 'La verdad es que el técnico no me quería. No partía en las mismas condiciones que los demás. Me quedan años de fútbol y voy a demostrarlo', dijo el jugador, en la agenda del Atlético. Van Gaal tiene un doble problema: se queda sin lateral zurdo -el club ha renunciado a pagar al Milan por Coco 18 millones de euros- y el brazalete del capitán recaerá en Luis Enrique, con quien tampoco tenía química, aunque ahora le pone de modelo junto a Puyol.

La escena fue parecida a la que protagonizó el viernes Abelardo. El director general del club, Xavier Pérez Farguell, agradeció a Sergi los servicios prestados, recordó su palmarés -nueve títulos-, le dejó abiertas las puertas del club y habló de un homenaje. Sin embargo, Farguell, por expreso deseo de Sergi, abandonó la sala de prensa cuando pronunció su monólogo.

El lateral solo tuvo palabras de agradecimiento para quienes le ayudaron a convertir en real el sueño de un canterano: 'Ascender al primer equipo y ser capitán, que ha sido un orgullo enorme. Llevo este club, desde que era niño, en mi corazón'. No dio, sin embargo, nombres y apellidos, salvo en un caso: mentó a Johan Cruyff, que le hizo debutar en un partido de la Copa de Europa en 1993. Con la voz rota, sollozos y los ojos rojos, se desplomó cuando habló de la afición. Sólo aludió luego a una promesa del presidente, Joan Gaspart, para el futuro. 'Y poco más, poco más...', acabó sin poder contestar a pregunta alguna.