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Una discusión por unas recetas robadas destató el triple crimen de Vallecas

La juez del caso decreta prisión incondicional y sin fianza para el único detenido

F. Javier Barroso

La compra de unas recetas en blanco de la Seguridad Social fue el detonante del triple crimen ocurrido la madrugada del sábado pasado en Puente de Vallecas. El supuesto homicida, Miguel Ángel Navarro Acosta, de 34 años, acabó, presuntamente, con la vida de la pareja formada por José Modesto Hernández Volado, de 36 años, y María José Gabarri Jiménez, de 32, y del hijo de ambos, José Modesto, de un año, tras no llegar a un acuerdo en el precio de las recetas, destinadas a comprar barbitúricos, según fuentes de la instrucción. La titular del juzgado número 40, que lleva el caso, decretó ayer que el arrestado ingresara en la prisión de Soto del Real tras tomarle declaración durante casi dos horas.

Navarro tenía en su casa del número 156 de la calle de Ramón Pérez de Ayala una veintena de talonarios de recetas de la Seguridad Social para pensionistas, según fuentes de la instrucción y algunos vecinos. A su domicilio solían acudir toxicómanos o ex toxicómanos que le adquirían ilícitamente las recetas, ya que esos medicamentos están bajo control farmacéutico y, además, resultan gratuitos para los pensionistas.

La pelea, que terminó de forma trágica, se debió a una discusión por el precio de las recetas. La pareja y su hijo habían salido el viernes temprano de su casa y, según comentaron a su sobrino José Luis, tenían intención de ir a un banco para retirar dinero. Pero no regresaron en todo el día, y fueron hallados en la madrugada del sábado, calcinados en un soportal cercano. Antes de ser abrasado, un golpe en la cabeza había acabado con la vida de José Modesto Hernández. Las muertes de su compañera y su bebé son todavía una incógnita. Algunos vecinos afirman que el detenido tenía un arma de fuego, con el que supuestamente disparó a la mujer. Ésta llevaba a su hijo en su regazo, colgado de unas correas, por lo que el niño pudo morir alcanzado por la misma bala que mató a su madre.

La policía investiga ahora los centros de salud de los que fueron robados los talonarios de recetas. Todos los indicios apuntan a que fue en ambulatorios del distrito de Puente de Vallecas.

Tranquilizantes

Este tipo de recetas son usadas por los toxicómanos o las personas que están en tratamiento con metadona para conseguir tranquilizantes como Tranquimazin, anfetaminas o barbitúricos. Tanto el supuesto homicida como José Modesto y María José recibían tratamiento con metadona.

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A los 9.000 madrileños que siguen programas de deshabituación con metadona se les realizan análisis de orina con periodicidad para ver si han vuelto a consumir drogas. El gerente de la Agencia Antidroga, José Manuel Torrecilla, explica que estos análisis se realizan 'una, dos, tres o cuatro veces por semana, según lo estabilizado que esté el usuario en el tratamiento'. En dichos análisis, muy básicos, sólo se sabe si el usuario ha consumido alguna droga, por ejemplo benzodiazepinas o tranquilizantes, pero no en qué cantidad, informa Begoña Aguirre. 'Si alguno da positivo en esas puebas se le hace después un análisis de sangre para saber no sólo qué droga ha tomado, sino también en qué cantidad', dice Torrecilla, que añade que un 7% de los toxicómanos tratados con metadona combina este sustitutivo de la heroína con otras drogas como la cocaína o los tranquilizantes.

Fuentes policiales descartan, en principio, que participaran más personas en el triple homicidio y dan el caso por 'cerrado'. Pero resulta extraño que ningún vecino oyera el disparo ni viera cómo Navarro bajaba los tres cadáveres al soportal donde fueron encontrados sobre las 2.45 del sábado. Otra pregunta que sigue en el aire es si el supuesto homicida utilizó algún material combustible para quemar los cadáveres, hallados por los bomberos bajo un colchón humeante.

El detenido, Miguel Ángel Navarro, se negó a prestar declaración en el Grupo V de Homicidios. Ayer tarde pasó a disposición de la juez. Vestía un pantalón vaquero, zapatillas deportivas, un plumífero de color rojo y una chaqueta de chándal azul. Un gorra amarilla de una marca de güisqui intentaba tapar las cicatrices de algunas heridas en el lado izquierdo de la cara, fruto de la pelea que supuestamente mantuvo con Hernández.

Navarro declaró en el juzgado asistido por el abogado de oficio Juan Fernández Fernández. 'La declaración ha sido escueta' y la investigación sigue 'abierta y en marcha', dijo el letrado. Según otras fuentes judiciales, Navarro negó su participación en el triple homicidio.

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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