A Lassaletta
Creo que estos días se ha dicho casi todo de Pepe Lassaletta. Pero yo era amiga suya y no quiero faltar a esta dramática cita.
Sólo diré que ha muerto un hombre bueno, de honestidad incuestionable, de un amor a su ciudad que era pasión, por la que trabajó con entusiasmo, para sacarla de la mediocridad franquista a la ciudad abierta que es ahora.
Buena parte de las inauguraciones de obras posteriores, son proyectos de su largo mandato. Estos, además de las otras cosas que por Alicante hizo. Con él viví la desbordante alegría popular de su proclamación como primer alcalde democrático de la ciudad, después de 40 años de dictadura y designaciones a dedo. ¡Qué fiesta en la plaza!, ¡Cómo entendió la gente el significado de aquéllo!
Su sensibilidad para hacernos el honor de nombrarnos hijos adoptivos de Alicante a los parlamentarios elegidos en las primeras elecciones libres, y tantas cosas Pepe, de aquello históricos días que vivió nuestro país... y sobre todo, y por todo ello, mi recuerdo con la tristeza del momento y con todo mi cariño, despido al compañero socialista, honesto y entrañable que fue Pepe.
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