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ESTA SEMANA
Columna
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Extrema derecha

Tras lo sucedido en las elecciones presidenciales en Francia, con la irrupción del fenómeno político protagonizado por el Jean-Marie Le Pen, en Andalucía ha rebrotado la inquietud por las condiciones y los comportamientos que puedan propiciar la aparición en nuestra ámbito de la extrema derecha. Luchar contra la misma se va a convertir en un objetivo prioritario a abordar en el próximo congreso del Partido Comunista de Andalucía que se va a celebrar este fin de semana en la localidad almeriense de El Ejido. Según, su todavía secretario general, Felipe Alcaraz, se trata de impulsar un partido fuerte que impida la entrada del fascismo, que a su juicio, representan las últimas propuestas del presidente del Gobierno, José María Aznar, como puede suceder con el intento de reforma de las prestaciones por desempleo así como con la estrategia gubernamental de ligar delincuencia con inmigración, planteamientos que interpreta Alcaraz como un claro recorte de las libertades, de ahí que estime el dirigente comunista que esa extrema derecha anida ya con comodidad en el Partido Popular

Aunque las distancias entre uno y otro son bien manifiestas, lo cierto es que este mismo análisis viene a hacerlo el presidente de la Junta, el socialista Manuel Chaves, tal y como se puso en evidencia en la conferencia sobre la segunda modernizacíon que el PSOE de Andalucía ha celebrado en Granada. Una realidad, bien preocupante de ser cierta, que en el caso de Chaves decide combatirla haciendo política con mayúscula, no denostando este instrumento para transformarla debidamente. Este lenguaje cargado de duros términos, en contra de lo que se podría pensar, no hace que los populares se arruguen y se queden atrás, ni muchísimo menos.Como si la película no fuera con ellos gustan de emplear un vocabulario similar a modo de réplica, con el manejo de viejos calificativos como es 'oligarquía' o 'fascismo' a la hora de referirse a la actuación del Gobierno andaluz.

Por ello, resulta oportuno el debate que se planteará en estos días en el Parlamento andaluz a raíz de la comparecencia de Chaves para hablar sobre esa modernización que preconiza ya que se producirá la ocasión adecuada para que cada una de las fuerzas políticas allí representadas concreten sus propuestas sobre el futuro que se quiere para nuestra tierra. Un fase, por tanto, en la que se han de concretar alternativas y modelos, que incluso podrían requerir hasta la reforma del Estatuto de Autonomía para dar cabida así a los nuevos retos que tiene la comunidad andaluza.Una responsabilidad que, en cualquier caso, debe recaer en mayor grado sobre el principal partido de gobierno, como es PSOE que ha pasar de esta forma de la teoría, de las buenas palabras, a la articulación precisa de esas formulaciones que tratan en cónclaves internos rodeados de nueva imagen y aplausos unánimes.

Pero mientras se abre este interesante debate político, la semana será pródiga en acontecimientos, ya que con vistas a las próximas elecciones municipales asistiremos al gesto del presidente de la Diputación provincial de Cádiz, Rafael Román de presentarse como candidato a la alcaldía de la capital gaditana, una arriesgada y difícil empresa para él si se tiene en cuenta que se ha de enfrentar a Teófila Martínez, respaldada por una rotunda mayoría absoluta sobre la que no hay dudas que revalidará sin mayores problemas. De forma pararela, en Málaga se aprestan los socialistas a celebrar unas elecciones primarias, pelea local a la que alguno ha pretendido arrastrar al mismo Chaves para convertir este proceso en algo más que la designación del candidato a la alcaldía malagueña. Todo esto sin olvidar la seria crísis que ha estallado en el PP de Córdoba en donde no se puede descartar que se perciba de cerca la larga mano del secretario general, Javier Arenas, para cambiar la actual configuración de partido en esa provincia. Ya tiene más trabajo por delante el número dos del PP andaluz, Antonio Sanz, quien no gana para tantos disgustos.

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