15 años a 200 kilómetros por hora Jorge
Lorenzo se convertirá mañana en el piloto más joven del Mundial
Jorge Lorenzo no puede conducir una moto, salvo si es un ciclomotor, en Barcelona, donde vive. A sus 15 años, la legislación se lo prohíbe. Pero mañana se subirá a una Derby de 125cc y alcanzará los 200 kilómetros por hora. El motociclismo de competición sí se lo permite. Lo hará en el circuito gaditano de Jerez, en la tercera prueba de los Campeonatos del Mundo. Cuando eso ocurra, se convertirá en el piloto más joven que haya participado nunca en el Circo.
A las 14.45 de tal día como hoy, hace 15 años, nació Jorge en Palma de Mallorca. Su padre, Chicho, mecánico, había sido corredor de motocross y de velocidad en su Galicia natal. Igual que su madre. Cuando tenía dos años, ya le paseaba en moto. Cuando tenía tres, Jorge se paseaba solo. A esa edad disputó su primera carrera en el pueblo mallorquín de San Juan. Lo hizo con la moto casera que su padre le había construido a su medida. No era legal. La edad mínima permitida eran los seis años. 'Pero al organizador le hizo gracia el crío', recuerda Chicho, 'y le dejó correr'. No ganó, claro. Pero tampoco se cayó.
'Sé que soy responsable de que le pase algo. Paso miedo. Rezo para que no se caiga', dice el padre
De hecho, el primer accidente de Jorge con una moto fue en el garaje de su casa, cuando una Yamaha 600, una máquina que superaba los 150 kilos y que estaba apoyada en la pared, se le vino encima. 'Quedó aplastado entre el depósito de la gasolina y el asiento. Tenía dos años'. Chicho tuerce el gesto cuando echa la vista atrás y ve ese accidente o el último, hace dos meses, en el circuito barcelonés de Montmeló, en un entrenamiento privado. La moto de Jorge pisó un plástico a más de 150 kilómetros por hora y el chaval se rompió una clavícula y una muñeca. Por eso llega a Jerez, donde ayer no pudo entrenarse al faltarle un día para la edad reglamentaria, 15 años, sin apenas preparación.
Pero da lo mismo. El reto de superar al italiano Stefano Bianco, dueño del anterior registro de precocidad, puede con todo. 'Cuando tuvo ese accidente y llegó al hospital con convulsiones, casi delirando, le dije que quizá había llegado el momento de dejarlo. No podía hablar, pero me dijo que no con la cabeza', explica Chicho.
Pese a correr siempre contra gente mayor que él, Jorge se acostumbró a ganar muy pronto. A los 12 años se llevó la Copa Aprilia y uno después debutó en los Campeonatos de España. Siempre pidiendo permisos especiales porque su edad era un impedimento que los buenos oficios de su padre hacía saltar por los aires. Cuenta Ángel Nieto que, cuando salió de Zamora para correr competiciones oficiales, tuvo que falsificar los papeles. A Jorge no le ha hecho falta, 'aunque seguro que lo habríamos hecho de ser necesario', confiesa sin rubor su padre, que admite que su grado de responsabilidad en lo que pueda ocurrirle es total: 'Claro que sé que soy responsable de que le pase algo. Y cada vez que le veo encima de una moto paso miedo. Rezo para que no se caiga, pero él está loco por las motos. Le digo que vaya tranquilo... En fin, que esto ya no tiene marcha atrás'.
Jorge ha faltado a la mitad de las clases de 3º de ESO. Ser piloto del Mundial no parece compatible con ciertas cosas. Llegado el momento de elegir, su padre le insinuó que quizá era mejor dejar los estudios: 'Pero se negó. En el primer trimestre, dos suspensos; en el segundo, tres... Dentro de lo que cabe, son números dignos, ¿no?'.
Si el entrenamiento de hoy transcurre sin problemas, mañana, a las 11.15, Jorge colocará su Derby en la parrilla de salida y se dispondrá a derribar un nuevo registro en un Mundial en el que las marcas han apostado por poner en manos de un puñado de niños sus máquinas de correr. Diez de los pilotos que corren en los 125cc son menores de edad. De ellos, cinco son españoles.
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