Juan Pablo II publica una carta sobre la crisis de la confesión individual

La crisis del sacramento de la penitencia es lo bastante seria en el mundo moderno como para haber impulsado al Papa a dedicar una carta apostólica en forma de Motu Proprio, es decir de iniciativa personal, al tema. Juan Pablo II recuerda que la 'confesión individual' y la absolución 'son el único modo normal' con el que los fieles se reconcilian con Dios. El texto reitera que el derecho canónico considera aceptable la confesión colectiva sólo en casos excepcionales. En el documento se subraya también la prohibición de absolver a aquellas personas que viven 'en estado habitual de pecado grave' y no piensan cambiar su situación.

El cardenal Joseph Ratzinger, prefecto de la Congregación de la Doctrina de la Fe, negó que se trate de un 'castigo' para aquellos que, como las parejas homosexuales o los divorciados que se han vuelto a casar, viven en pecado para la Iglesia. 'Se trata de pura lógica', dijo el purpurado. 'La condición de la absolución es que la persona se aparte del pecado y quiera salir de ese estado, cuando no existe esta intención la lógica del sacramento impide la absolución'.

Escasez de confesores

La iniciativa de Karol Wojtyla se dirige más a los sacerdotes y obispos que a los fieles, pese a que éstos hayan sido tentados, como explicó el cardenal Joseph Ratzinger, guardián de la pureza del dogma, por el 'delirio de inculpabilidad'. Por su parte, el presidente del Consejo Pontificio para los Textos Legislativos, el español Julián Herranz, reconoció que a la crisis de la confesión 'se ha llegado sobre todo por falta de sacerdotes, dedicados a otras muchas tareas pastorales'. Por eso se atrevió a precisar que 'no está en crisis la confesión, sino los confesores'. Para el cardenal Jorge Arturo Medina, titular de la Congregación para el Culto Divino, la raíz del problema está en que hoy 'se ha perdido el sentido del pecado'. Por ello, dijo, 'es necesario recuperar el sentido del pecado para recuperar el sentido de la reconciliación sacramental'. Medina recordó la importancia del pecado que en la Biblia 'se nos muestra como un acto de adulterio'.

En el documento del Papa, titulado oportunamente Misericordia Dei, se afronta sobre todo 'la correcta aplicación' del canon 961 del Derecho Canónico, que prevé la posibilidad de 'absolución de varios penitentes juntos sin la confesión individual previa'. Según el Papa, se han cometido abusos a la hora de aplicar esta estricta norma, que reservaba la confesión colectiva a casos de grave enfermedad o imposibilidad total de desplazarse. El cardenal Medina fue un poco más preciso sobre este punto, al especificar que los 'abusos' se han cometido en zonas de 'habla inglesa', pero no fue mucho más lejos.

El Motu Proprio invita a los obispos a tomar medidas para estimular la práctica de las confesiones, que deberán ser sometidas a la expresa autorización de la Curia romana.