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Muertos incontables en Yenín

'Todavía hay gente excavando con las manos en busca de los suyos', asegura el representante de los enfermeros palestinos

El palestino Suleiman Turkman es natural del campo de refugiados de Yenín y director de enfermería del hospital Al Makassed, de Jerusalén. Como presidente de la Asociación Palestina de Enfermería, ha estado en Barcelona para participar en un seminario sobre el acceso de las mujeres y las familias a los servicios sanitarios de salud reproductiva en el área del Mediterráneo. Pero los organizadores, la asociación Salud y Familia y el Ayuntamiento de Barcelona, no estuvieron seguros de su presencia hasta el último momento, pues Turkman no tenía noticias de su familia, en Yenín, desde hacía semanas. No consiguió verlos, pero pudo confirmar que estaban bien. 'Sé que están vivos, pero durante nueve días no supe de ellos', asegura.

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No se atreve a dar una cifra sobre el número de muertos que hubo durante la ocupación del campo por el Ejército israelí, por la simple razón de que 'todavía hay gente excavando con las manos en busca de los suyos'. Turkman, acusa al Gobierno de Israel de destruir deliberadamente toda la infraestructura de Palestina. 'Ya no hay electricidad, ni agua, ni edificios, ni ambulancias, ni coches', asegura, 'destruyeron incluso los árboles de las calles. Lo hemos perdido todo'.

'No sabemos cuánta gente murió', reconoce, 'las familias están divididas en pequeños grupos, repartidos por diferentes pueblos y campos, en los últimos días hemos encontrado gente viva debajo de los escombros, como si fuera un terremoto. La gente cava con las manos para buscar a su familia. Y es verdad, no podemos saber el número exacto de muertos. No podemos saber el número exacto, pero el número es alto. Muchos palestinos tal vez estén en las cárceles. Hay casos de mujeres que cogieron a niños, a bebés ajenos creyendo que eran suyos, huyendo de los soldados israelíes y ahora no saben de quién es el niño que tienen. Constantemente se cuentan historias de atrocidades, pero lo cierto es que ahí está para quien tenga ojos para verlo, la destrucción no se puede esconder'.

Desde el punto de vista profesional, como jefe de enfermería de un gran hospital de Jerusalén Este, Turkman define las condiciones de trabajo como 'desastrosas'. 'La mayoría de nuestro equipo es de Cisjordania', explica, 'lo que significa que no saben ni cómo, ni cuándo, ni de qué manera podrán acudir al trabajo. Tengo 90 enfermeros a mi cargo que no han podido acudir al trabajo en las últimas tres semanas. Incluso quienes viven en el mismo Jerusalén Este tienen problemas para acudir al trabajo. Hay controles cada 200 metros y se les impide deliberadamente hacer vida normal'. 'Esto no es vida, no es vida', exclama en un momento de la entrevista, 'no poder contemplar el futuro más inmediato, sólo puedo contemplar día a día'.

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En su opinión Israel ha conseguido reforzar como nunca hasta ahora el papel de Yasir Arafat. 'Es cierto que los israelíes buscaban un sustituto de Arafat', reconoce, 'pero han conseguido lo contrario, ahora se ha reforzado su papel, se ha convertido en el símbolo para el pueblo palestino. Ahora, toda la comunidad palestina, incluso los grupos que se opusieron y se oponen a los acuerdos de Oslo, lo apoyan'.

Como profesional sanitario considera que 'la mayoría de los palestinos viven por debajo del nivel de la pobreza', y denuncia que han destruido las escuelas y las infraestructuras más básicas. 'Se nos está enviando hacia atrás en la historia, selectivamente, se nos va privando de la gente más preparada e impidiendo que haya acceso a la cultura'.

'Los extremos estaban bajo control de Arafat. Durante un mes no hubo ni una sola acción. Entonces Sharon empezó a matar activistas con los llamados asesinatos selectivos. Sí, creo que Arafat podría controlar a los grupos extremistas, pero no ahora, sin infraestructura'.

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