La 'estrella' Collina mantiene su estilo dialogante con los jugadores

Licenciado en Economía y Comercio por la Universidad de Bolonia y asesor de banca, Pierluigi Collina, árbitro del duelo de ayer, sabe perfectamente como gestionar y explotar su imagen: anuncios en televisión, página propia en Internet... y un estilo inconfundible sobre el césped, como el que ayer exhibió en el Bernabéu. La amplia zancada, los ojos desprotegidos de cejas abiertos como platos, al máximo de su apertura física, y movimientos muy expresivos caracterizan al italiano. También la sonrisa, con la que de vez en cuando rompe su pétreo gesto, como hizo ayer en un par de ocasiones, al colocar a Rochemback en una barrera y al señalar una falta a Solari.

'Es el mejor del mundo y me cae fantástico', dijo Fernando Hierro el día antes del partido. Collina fue recibido a su llegada a su hotel en Madrid por un gran gentío, que esperaba a los cantantes del programa Operación triunfo. Durante el encuentro, y fiel a su estilo, mantuvo su carácter dialogante y comunicativo con los jugadores, que no protestaron apenas ninguna decisión suya. Sólo Overmars se atrevió a reprenderle airadamente por una jugada dentro del área madridista, pero Collina acalló pronto sus protestas con un gesto expresivo, el mismo que utilizó minutos después con Kluivert.

Un tímido enfrentamiento entre Luis Enrique y Makelele por una falta del centrocampista francés fue el único incidente de la primera parte, que Collina pudo solucionar echando mano de su amplio dominio lingüístico: habla cuatro idiomas (italiano, inglés, castellano y francés), lo que le sirve para expresarse sin problemas con los futbolistas y explicarles sus decisiones. 'Me gusta ser lo más claro posible, pero soy inflexible. Mi aspecto me favorece', asegura.

Collina siguió el balón a suficiente distancia, siguiendo el eje perpendicular a la línea del centro del campo y sin pisar en exceso las áreas para evitar intrometerse en las jugadas, a pesar de lo cual tuvo que saltar para eludir un pase de Xavi a Kluivert.

'Límpialo, límpialo'

Collina sacó a relucir su dominio del español y advirtió al médico del Real Madrid, Alfonso del Corral, de que limpiara la sangre en el rostro de César tras un encontronazo con Kluivert. 'Límpialo, límpialo', le dijo Collina.

Nombrado mejor árbitro del mundo en los últimos cuatro años por la Federación Internacional de Historia y Estadística del Fútbol, Collina, de 42 años, aplicó con frecuencia la ley de la ventaja y se despidió, eso sí, saludando a todos los futbolistas.

El de anoche fue el encuentro internacional número 59 de Collina, que debutó como colegiado de la FIFA en un partido entre Turquía y Francia (1-1) jugado en marzo de 1995 y que representará a Italia en el próximo Mundial de Corea del Sur y Japón, donde coincidirá con muchos de los protagonistas de ayer. De uno, de Roberto Carlos, ya tiene su camiseta.